domingo, 16 de junio de 2019

LOS COMIENZOS DE LA PDDH Y SUS DELEGACIONES DEPARTAMENTALES






Por Joaquín Rivera Larios

La PDDH se comenzó a organizar en el despacho particular del primer Procurador, doctor Carlos Mauricio Molina Fonseca, elegido en febrero de 1992, instalándose con un presupuesto de $ 829, 451.43 y luego se le dio un refuerzo de $ 171,428.57. Su ley de creación fue promulgada el 20 de febrero de 1992 y publicada en el Diario Oficial del 6 de marzo del mismo año.

Para la selección de personal, se contó con la colaboración de una empresa consultora. Dicha firma hizo un requerimiento público a través de los periódicos a todas las personas que cumplieran los requisitos establecidos, para que presentaran sus atestados y se sometieran al proceso de selección, que consistía entre otros pasos: entrevista con un psicólogo, pruebas de personalidad y psicométricas, y se les dio a todos los candidatos y candidatas un curso sobre aspectos generales de la Procuraduría y Derechos Humanos.



Abrió sus puertas al público el 27 de julio de 1992. A su inauguración asistió Monseñor Arturo Rivera y Damas, entonces Arzobispo de San Salvador, quien falleció dos años más tarde, Gral. René Emilio Ponce (QDDG), Ministro de Defensa, Ricardo "el Gringo" Valdivieso, Viceministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Alfredo Cristiani, el dirigente indígena, Adrián Esquino Lisco (QDDG), entre otras personalidades.                                       
                                                   


Coordinó los preparativos de dicha inauguración la primera Jefa de Comunicaciones de la PDDH, la bellísima Diana Verónica Ramos, que renunciaría a la institución para irse a trabajar en el área de Relaciones Públicas de Casa Presidencial, durante el gobierno del presidente Armando Calderón Sol, puesto en el que permaneció hasta finalizar la gestión de Tony Saca. Una mujer muy campechana y franca para hablar, yo le decía: "vos por tu belleza y personalidad sos producto de exportación". Y ella me replicaba que por razones familiares, no había aceptado ofertas de trabajo de medios noticiosos internacionales.



En el equipo fundacional figuraron profesionales muy destacados, como el doctor Carlos Mauricio Molina Fonseca (Procurador), Agustín García Calderón (Procurador Adjunto), Anita Calderón de Buitrago, Victoria Marina Velásquez de Avilés, Carlos Gonzalo Cañas, Ruy Cesar Miranda Lupone (en su orden Procuradoras y Procuradores Adjuntos de la Mujer, Niñez, Medio Ambiente y Adultos Mayores). El primer Secretario General fue el licenciado Luis Fernando Avelar Bermudez.

                                        

El primer Procurador, Molina Fonseca, fue viceministro de Trabajo en la segunda Junta Revolucionaria de Gobierno (1980) y luego Procurador General de la República, había recibido formación política en Venezuela con la Democracia Cristiana; el Procurador Adjunto,  ocho años más tarde de la fundación de la PDDH llegó a ser  Presidente de la Corte Suprema de Justicia. 

La doctora Calderón de Buitrago había laborado en la Procuraduría General de la República, y en 1994 fue nombrada junto a Aronette Diaz viuda de Zamora, Magistrada de la Corte Suprema de Justicia, siendo las dos primeras mujeres en ocupar ese cargo en la historia de El Salvador.

Ahondando en el perfil del doctor Agustín García Calderón, éste nació en Santa Ana, el día 14 de agosto de 1948, fue el primer Procurador Adjunto para la Defensa de los Derechos Humanos (1992-marzo de 1995). Antes de desempeñarse en ese cargo,  fue fiscal, juez de Primera Instancia y catedrático universitario de Derecho, miembro propietario del primer Consejo Nacional de la Judicatura (en representación de los abogados agremiados). También fue magistrado suplente de la CSJ (1997-2000) y presidente de la Federación de Asociaciones de Abogados de El Salvador (1998-1999). 
                                    


En aquel momento García Calderón era un tipo campechano, con mucha proyección social, muy buen contador de chistes. La primera vez, que hablé con él por mi cargo de Delegado Departamental de San Vicente (julio 1993-mayo 1995), me trató de manera muy afectuosa, como si éramos viejos conocidos, y me dijo “siempre que necesite hablar conmigo, entre a mi oficina con toda confianza, para usted no estoy ocupado”. Su carisma y habilidad política lo llevó a ser el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, que más tiempo fungió en el cargo (2000-2009).



La doctora Victoria Marina de Avilés fue nombrada viceministra de trabajo en la primera Junta Revolucionaria en octubre de 1979 y a su renuncia fungió como Jueza de lo Laboral, después sería Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos (1995-1998), Magistrada de la Corte Suprema de Justicia (2000- 2009) y Ministra de Trabajo, durante el gobierno de Mauricio Funes del 2009 al 2011. Posteriormente fue Embajadora de El Salvador en Suiza, Presidente del Consejo Directivo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Secretaria General del Sistema de Integración Centroamericano (SICA).

                                                        


El ingeniero Carlos Gonzalo Cañas, Ingeniero Químico, con Maestría en Desechos Sólidos, ex vicepresidente del CESTA, era hijo del famoso pintor y muralista Carlos Cañas (Premio Nacional de Cultura 2012), renunció a la PDDH para irse a trabajar a la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).



El doctor Ruy Cesar Miranda Lupone, quien murió el 10 de noviembre del 2000, fue Ministro del Interior y Embajador de El Salvador en Nicaragua en los sesenta. En su adolescencia vivió en Nicaragua y fue compañero en el colegio de Pedro Joaquín Chamorro, el Director del reconocido periódico La Prensa. Me comentó una vez que siendo Embajador en el período de la guerra con Honduras (julio de 1969), tiempos en que gobernaba Anastasio Somoza Debayle "Tachito", su amistad con Chamorro permitió que su periódico hiciera coberturas favorables a El Salvador durante ese conflicto. Recuerdo que una vez me reconvino sobre preguntas que yo hacía en eventos, foros, capacitaciones y me dijo "usted siempre hace preguntas con una clara orientación izquierdista".



El licenciado Luis Fernando Avelar Bermúdez,  Secretario General, nacido en San Salvador el 15 de noviembre de 1954,  personifica el primer contacto con un funcionario de alto nivel de la PDDH  que tuve.   Detrás de la fachada de un carácter hosco, se ocultaba un individuo humanitario y con gran espíritu de superación. Abogado graduado de la UES y Administrador de empresas, titulado de la UCA, docente universitario, autor de los libros “Las prestaciones de Seguridad Social” , “Derecho Individual de Trabajo” y “Derecho Colectivo de Trabajo”.

                                        


Me llamó telefónicamente para hacerme la entrevista de trabajo. Me hizo varias preguntas, entre ellas, dos que tengo presentes: que le formulara un concepto de soberanía, para lo cual hice acopio de ciertos resabios de conocimientos que aun conservaba de Teoría del Estado; y  me preguntó si aun estaba vigente  el recurso de consulta contemplado en los artículos 517 y 518 del ahora derogado Código Procesal Penal de 1973, el cual  recién había sido suprimido. Por fortuna ambas las contesté acertadamente.      

El primer Jefe del Departamento de Investigaciones, ahora Departamento de Procuración,  fue José Eduardo Pineda Valenzuela, que había sido Jefe del Departamento de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la República y Fiscal asignado al caso jesuitas junto a Sidney Blanco y Henry Campos, profesional que sufrió un atentado el 30 de julio de 1992, el cual lo dejo cuadrapléjico por seis meses, muriendo al término de ese período.





       
Después llegaría de Jefe de ese departamento, el doctor Santiago Mendoza Aguilar, quien fue Fiscal General de la República en 1985, cuando la Asamblea Legislativa controlada por el Partido Demócrata Cristiano (la famosa "aplanadora verde") destituyó de ese cargo a José Francisco "el Pato" Guerrero, abogado tecleño e importante dirigente de ARENA.





En el segmento de colaboradores jurídicos que laboraron en la PDDH en sus inicios, figuran: Luis Chávez, Maria Soledad Rivas, Mirna Elizabeth Alas, Mirna del Carmen Rojas Marquez, Ana Ruth Minero, Italo Cardona, Noe Medrano, Miguel Vasquez Lopez (compañero fallecido, hermano de Luis Vasquez López, el famoso editor de libros de derecho), Gustavo Joaquin Blanco Castro, Miguel Girón, Romel Sandoval, Roberto Rodríguez Meléndez, Ricardo José Gómez Guerrero, Sandra Angélica Figueroa, Gonzalo Garcia, Pablo Leiva Portillo, entre otros.
                                

La historia de la PDDH es interesante, tantas peripecias que el personal ha pasado, desde que comenzamos bajo la tutela de oficiales jurídicos y policías de ONUSAL allá por 1992, hasta que la Misión Internacional se retiró en 1994. Las tres primeras Delegaciones Departamentales de la PDDH se inauguraron en 1993: Santa Ana (mayo), San Vicente (julio) y San Miguel (agosto). Los tres primeros delegados fuimos: Oscar Humberto Luna, Joaquín Rivera Larios y Hugo Noe García Guevara. Para febrero de 1995 que expiraba el mandato del primer Procurador ya se habían inaugurado las trece sedes departamentales.





Los primeros tres jefes de personal de la PDDH, tuvieron una muerte relativamente prematura. Dos murieron en el ejercicio del cargo, tales son los licenciados Augusto Cesar Hernández, egresado de Psicología de la Universidad Francisco Gavidia y  Tomás Felix Castaneda, era licenciado en Administración de Empresas,  murió en septiembre de 2000. El licenciado Edgardo René Pacheco, que también era psicólogo, falleció luego de haber renunciado durante el mandato de la doctora de Avilés.

                                                                  

Pacheco fue  profesor de educación primaria, graduado de la Escuela Normal Alberto Masferrer en 1958, editó tres obras: Estadística Aplicadas I, Estadísticas Aplicadas II y Metodología de la Investigación, fue también Presidente y Secretario  de la Junta de Vigilancia de la profesión en Psicológica. Hernández, trabajó en el Instituto Geográfico Nacional. Tomas Felix Castaneda fue gerente del extinto Instituto Regulador de Abastecimientos (IRA) y encargado de asuntos administrativos de la Escuela Militar Gerardo Barrios y de la Primera Brigada de Infantería.                                                       

                            

                                

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