Por Joaquín Rivera Larios

En agosto de 2015 se tributó merecido homenaje póstumo en Premios "Tu Mundo", al compositor Joan Sebastián, protagonizado por Angelica María y Lucero, la primera dijo: “Mi querido amigo tu viaje está hecho, la inmortalidad te espera”, destacando el encuentro con la inmortalidad del "Poeta del Pueblo", del "Rey del Jaripeo", gracias a su genio creativo y su azarosa vida de amores, desamores, perdidas y cicatrices.
Lucero, enfundada en un traje de charro y acompañada de mariachi, entonó con su melodiosa voz y carisma "Quién iba a pensar", una de las más icónicas canciones del homenajeado.
Las premoniciones casi siempre caen en el desierto de la incertidumbre, pero me atrevo a rubricar plenamente las palabras de Angelica María, ya que por su sencillez, ternura y candor el legado musical del “Poeta del pueblo” perdurará de generación en generación, por el fuerte arraigo en el alma colectiva, dado que expresa los sentimientos que se agitan en nuestro interior, pero carecemos de las palabras poéticas para manifestarlos.
La primera persona de renombre que certifico el talento de Joan Sebastián y prácticamente le dio el banderillazo de salida en su carrera al éxito fue Angélica María, y aquel con el sentimiento de gratitud que lo enaltecía, supo corresponderle dedicándole el tema “Novia de México”, en el que se pregunta “quien cometió el pleonasmo mágico, quien te puso por nombre Angélica, si eres ángel eres angelical”. A su vez grabó a dúo con Angélica el tema “Amor del bueno”.
Joan Sebastián con su partida el 13 de julio 2015 dejó un gran vacío en el firmamento musical, muy difícil de llenar, por la configuración de dones de los que hacía gala: una gran capacidad para versificar, construir metáforas sencillas, musicalizar y retratar con ingenio diversos episodios de la vida romántica con las que cualquier oyente podía identificarse.
En su mocedad tuvo una fuerte atracción por el sacerdocio, lo que lo llevó a ingresar a un Seminario de Cuernavaca, a cargo del sacerdote David Salgado y esa sensibilidad y búsqueda del Ser Superior, fuente por excelencia de amor, se deja entrever en sus composiciones musicales, aunque dirigidas mayoritariamente a cortejar a las mujeres, una de las vertientes en que se manifestó su irrefrenable espíritu seductor.
En su serie “Joan Sebastian por siempre, el poeta del pueblo” (2016), Episodio 4, hablando con su primera esposa Teresa Figueroa González (Leticia González) sobre el hecho que las mujeres le sobraban, Joan le replica : “...Abundancia de mujeres no significa abundancia de amor. Yo no soy un apasionado de las mujeres, soy un apasionado del amor, necesito estar enamorado para sentirme vivo...”
En otro diálogo del episodio cuatro de la serie con la bella actriz y cantante Maricruz Guardia (Maribel Guardia), otra de sus esposas, ésta le pregunta a Joan, “¿si tuviera que escoger entre la música y las mujeres, con que se quedaría?”, este último responde: “... esa pregunta no se vale, porque es lo mismo, es como si me pusieras escoger ente el agua y un río, un manantial y un mar. Las mujeres son lo mismo que la música...el día que se inventó el amor, se inventó la música...”
Por cierto la sublime canción “Y las mariposas” dedicada a su primera esposa Teresa Figueroa González, es una joya poética que retrata con exquisitez el primer encuentro íntimo de una joven pareja, cuyo estribillo reza: "
Cómo olvidar entrañables tonadas "Millón de primaveras", "Tengo celos", "El chofer" (interpretadas también por Vicente Fernández), "Un angel expulsado del paraíso" (interpretado por su hijo José Manuel Figueroa).
Otros temas como "Secreto de Amor", "El Idiota", "Eso y mas", "Mi cómplice", "Los amantes más locos", "Rumores", "25 rosas", "Oiga" (a dúo con Prisma) alzaron vuelo con su dulce y tierna voz, matizada con tonos cálidamente suaves y altos en el clímax de la canción, que acarician a las almas enamoradas.
Se podría objetar una vida repleta de sonados romances con bellas y voluptuosas damas, entre ellas Maribel Guardia. Arleth Terán y Erica Alonso, pero sin duda estas tórridas relaciones nutrieron el rico caudal de su imaginación que nunca se agotó, pese a traumáticas experiencias, como el asesinato de dos de sus hijos: Trigo en el 2006 y Juan Sebastián en 2010 y los reiterados escándalos de su primogénito, José Manuel Figueroa, también cantante.
Por el alto perfil mediático de las musas con las que se vinculó, a veces pareciera que las relaciones responden más a una estrategia mercadológica que a un amor genuino, como sucedió con su romance con Alicia Juárez (1949-2017), la última esposa del Santo Patrón de los compositores mexicanos, José Alfredo Jiménez (1926-1973).
Este performance que me recuerda la sorpresa mayúscula que generó en 1994 la boda de Michael Jackson (1958-2009) con Lisa Marie Presley (1968-2023), la única hija del Rey del Rock and Roll, Elvis Presley. En el veleidoso mundo del espectáculo, estas uniones pasajeras, además de nutrir el morbo colectivo, suelen agigantar la leyenda de los famosos involucrados.
Como todo grande supo descubrir a tiempo su propósito, sus prioridades, explosionar su enorme talento y dejar un invaluable legado moral y musical, trascender en la vida de sus hijos, como lo revela la impactante noticia que su vástago, el extinto Julián Figueroa (1995-2023), dormía en la tumba de su padre. Echo de menos su chispeante ingenio y cada vez que oigo sus quejumbrosas tonadas, exclamo ¡Qué formidable hubiese sido que su vida terrena continuara para seguir disfrutando nuevas joyas musicales!