viernes, 26 de julio de 2024

PRIMERAS DAMAS SALVADOREÑAS MÁS ALLÁ DE NUESTRAS FRONTERAS


Por Joaquín Rivera Larios



Como consecuencia de la sociedad patriarcal, al salir de la escena el presidente, la figura de la Primera Dama, ha sido históricamente invisibilizada. Son escasas en la red semblanzas de primeras damas salvadoreñas, tal vez con algunas excepciones, la mayoría de esposas de expresidentes deambulan en el olvido, en un país donde se ha creado una cultura para que no haya memoria histórica.






Las primeras damas han sido confidentes, consejeras, compañeras de viaje, de alegrías e infortunios del hombre aparente o nominalmente más poderoso del país, y sus vivencias y perspectivas de los sucesos, han sido escasamente registradas. En mis pesquisas en la red solo he ubicado tres libros anecdóticos sobre primeras damas salvadoreñas: “Mi esposo, el Presidente Árbenz" (2003) de María Cristina Vilanova de Árbenz,   “Mi destino…mi vida” (2005) de Inés Durán de Duarte y “Doña Ely…una historia”(2016) de Elizabeth de Calderón Sol.



                                        
Atesoro el libro de doña Inés Durán de Duarte (San Salvador, 22 de enero de 1928-San Salvador, 13 de enero de 2011), en el que revela las peripecias que vivió acompañando incondicionalmente a su esposo, en los tres mandatos como Alcalde de San Salvador (1964-1966, 1966-1968,1968-1970), la captura de Napoleón Duarte después del fallido golpe del 25 de marzo de 1972, el exilio en Venezuela, las campañas presidenciales de 1972 y 1984, el período en la presidencia (1984-1989), la etapa de agonía y posterior deceso de su esposo a raíz de un cáncer en el estómago.





Doña Coralia Párraga de Lemus (1927-2011), destacada por su belleza y elegancia, fungió durante el mandato de su esposo el coronel José María Lemus (14 de septiembre de 1956-25 de octubre de 1960), reconocida además por su obra social, relató en una entrevista titulada “La verdad sobre el golpe de los Compadres”, los agravios que sufrió con motivo al golpe de estado del 26 de octubre de 1960, cuando intentó intervenir en defensa de su esposo atacado por los golpistas que irrumpieron en la madrugada en su residencia particular.



                                    


Yo heredé de mi padre la devoción hacia el Capitán Gral. Gerardo Barrios (1813-1865), fusilado la madrugada del 29 de agosto de 1865. Al contemplar el imponente mausoleo construido en mármol que enaltece la memoria del expresidente en el Cementerio Los Ilustres, con la efigie de su esposa Adelaida Guzmán de Barrios (1823-1904) acariciando el cuerpo inerte de su esposo, he cavilado sobre la pesadumbre infinita que experimento su viuda, a raíz de aquel martirio que cubrió de luto la nación. 
                                            


                                



Pero me quiero referir de manera especial a tres damas salvadoreñas, procedentes de familias de noble abolengo, que por aquellos azares del destino les correspondió ocupar un sitial de honor en naciones hermanas, desarrollando una gran labor humanitaria, al ser esposas de dos mandatarios guatemaltecos y uno costarricense. Traigo a cuenta a las primeras damas Elena Gallegos Rosales de Acosta, María Cristina Vilanova Castro de Árbenz y Patricia Escobar Dalton de Arzú, la única sobreviviente de las tres.

ELENA GALLEGOS ROSALES DE ACOSTA

Elena Gallegos Rosales de Acosta García, Primera Dama de la República de Costa Rica (1920-1924), nacida San Salvador un 15 de junio de 1881,la segunda de ocho hijos del jurista Salvador Gallegos Valdez (1846-1919) y de Elena Rosales Ventura (1862-1926).

                                                        

Cursó estudios primarios en San Salvador y secundarios en el Colegio de la Asunción en París. En 1907 conoció en San Salvador al cónsul general de Costa Rica Julio Acosta García, futuro presidente tico, hijo de Juan Vicente Acosta Chaves y Jesús García Zumbado. con quien contrajo nupcias en San Salvador el 16 de abril de 1910.
                                        

De este matrimonio nacieron gemelas en San Salvador el 20 de febrero de 1911, pero solo sobrevivió una de las niñas, Elena Zulay de Jesús Acosta Gallegos (1911-2004), quien casó con el diplomático colombiano Pedro Manuel Revollo y Samper. La tercera hija de este matrimonio falleció el 1917, año de su nacimiento. El nieto de la ex primera dama Julio E. Revollo Acosta (1937-2022) fue diplomático de carrera.

                                                        

En 1915 la pareja se trasladó a Costa Rica, porque Julio Acosta había sido nombrado Secretario de Relaciones Exteriores, cargo que desempeñó hasta el golpe militar de Federico Tinoco Granados en 1917. De 1917 a 1919 la familia residió en El Salvador.

En 1920 Julio Acosta García fue elegido Presidente de Costa Rica por un período de cuatro años. Durante su gestión como primera dama, Elena Gallegos efectuó labores en favor de los privados de libertad y diversas obras de beneficencia, y preparó y organizó la Casa Presidencial a la que se trasladó el despacho y la residencia del presidente en 1922.




Realizó activas gestiones para que se estableciera en Costa Rica la Congregación de Hermanas del Buen Pastor, que durante mucho años tuvo a su cargo la cárcel de mujeres de San José. Fue condecorada en 1934 con la Cruz de Oro de la Cruz Roja Española. Acompañó a su esposo, quien fue Secretario de Relaciones Exteriores por segunda vez de 1944 a 1948, a la Conferencia de San Francisco, California  y a la firma de la Carta de las Naciones Unidas el 26 de junio de 1945.
                                                    



Fallece la exprimera dama Elena Gallegos Viuda de Acosta un 30 de agosto de 1954, a los 73 años, tan solo mes y medio antes había fallecido su esposo el expresidente Julio Acosta un 6 de julio de 1954, a los 82 años, ambos sepultados en el mausoleo de la familia Acosta García en el Cementerio General de San José.

MARIA CRISTINA VILANOVA DE ÁRBENZ

María Cristina Vilanova Castro nació el 17 de abril de 1915 en San Salvador; era hija del salvadoreño José Antonio Vilanova Kreitz (1890-1966), caficultor de origen alemán, hombre de clase alta que había obtenido cursos en Inglaterra y en Estados Unidos,​ y de la guatemalteca María Dolores Castro Arrechea (1890-1970).​




                                                              

 

La familia Kreitz era originaria de Baviera, Alemania. María Cristina cursó sus estudios en un colegio religioso en Estados Unidos, específicamente la Universidad Notre Dame de Namur ubicada en Belmont, California, lugar dónde aprendió a hablar inglés, alemán y ruso. Conocía a intelectuales, pintores y músicos de avanzada.


                                                        
Fue en 1938 cuando María Cristina Vilanova, una mujer perteneciente a la alta sociedad de El Salvador conoció al futuro presidente Juan Jacobo Árbenz. Un año más tarde, teniendo él 26 y ella 24 años de edad, contrajeron matrimonio, con la oposición de los padres de la novia, pues estos pensaban que el joven oficial no le podría dar la misma calidad de vida que otros pretendientes.

                                                        


                                                                            
En la época en que conoció a su futuro esposo, Vilanova era considerada como una mujer atractiva, elegante e inteligente; además, su vasta cultura y personalidad magnética la convertían en una excelente interlocutora.​ Jacobo Árbenz Guzmán, por otro lado, sufría por la reciente muerte de su padre, quien se había suicidado tras años de abuso de morfina.

El matrimonio tuvo tres hijos, Arabella, Leonora y Jacobo. En 1943 Árbenz ascendió al grado de capitán y comandó la Compañía de Caballeros Cadetes. Era entonces un oficial distinguido y le describían como un líder nato.

Su marido Jacobo Arbenz (Quetzaltenango, 14 de septiembre de 1913-Ciudad de México, 27 de enero de 1971), callado y parco militar de ojos azules, de ascendencia suiza alemana,  se hace prontamente eco de las poderosas y sugestivas ideas de su hermosa e inteligente esposa.






María Cristina lidera con grandes aciertos obra social del presidente Árbenz. Abre reformatorios y escuelas, dispensarios, casas de alimentación, emprende planes de alfabetización. También contribuyó a la fundación de academias de arte, hospitales, guarderías para madres solteras, empleos para madres.

                                                            
Acompañó a su esposo en todas las actividades oficiales; asimismo, viajó al menos un par de veces a Argentina, como parte de una misión diplomática, además, mantuvo una relación de amistad breve pero intensa con Eva Duarte de Perón, ya que ambas se caracterizaban por militar en el naciente movimiento feminista latinoamericano.

María Cristina Vilanova murió el 5 de enero de 2009 en Heredia, Costa Rica, a la edad de 93 años, después de un tortuoso y extenuante exilio en diversos países que incluyen a la extinta URSS, Francia, Checoeslovaquia, Uruguay, México, Cuba castrista. Una de sus hijas, Arabella, modelo y actriz,   nacida en Guatemala el 15 de enero de 1940, se suicidó el 5 de octubre de 1965 en Bogotá, Colombia.
                                                        


Nos dejó una interesante autobiografía titulada “Mi esposo, el presidente Árbenz” (2003). Fue cremada y sus cenizas depositadas al lado de su marido Juan Jacobo Árbenz en Ciudad de Guatemala. 

En su libro cuenta la historia de la infancia y juventud de María Vilanova, entre 1915 y 1935, hasta su casamiento con el militar guatemalteco, la caída de la Revolución y el exilio, que finaliza con la muerte de Árbenz en México el 27 de enero de 1971.


PATRICIA ESCOBAR DE ARZÚ

Patricia Escobar Dalton de Arzú, empresaria y política salvadoreña guatemalteca, nació en la ciudad de San Salvador el 3 de octubre de 1953, hija de Manuel Escobar Palomo (salvadoreño) y la dama guatemalteca Margarita Elisa Marjorie Dalton Matheu(1929-Guatemala, 20 de septiembre de 2023).

                                                           
 

Se graduó de secretariado en San Salvador, estudió Administración de Empresas en la Escuela de Broward Community en Florida, Estados Unidos y Filosofía en la Universidad Rafael Landívar en Guatemala.




Fue la segunda esposa del expresidente guatemalteco Alvaro Arzu Irigoyen y Alcalde de la Ciudad de Guatemala (Ciudad de Guatemala, 14 de marzo de 1946 – ibídem, 27 de abril de 2018), con quién procreó cuatro hijos: María Andrée, Roberto Manuel, Álvaro e Isabel.



                                                    
Fue la primera dama de Guatemala durante el período de 14 de enero de 1996 al 14 de enero de 2000, como primera dama de la Ciudad de Guatemala desde el año 2004 hasta 2018 y fue también en el año de 1991 a 1996, con más de veinticinco años estando en el poder edilicio como esposa del alcalde metropolitano. Fue candidata presidencial en las elecciones de 2011 por el Partido Unionista.




Su interés por el beneficio de los más vulnerables de la sociedad guatemalteca la convirtió en uno de los íconos más conocidos de mujer emprendedora en la patria del quetzal. En 1987 fue fundadora y coordinadora general de la Secretaría de Asuntos Sociales de la Municipalidad de Guatemala, lo que le permitió crear tres Jardines infantiles que continúan ofreciendo sus servicios varias décadas después.​ 




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