domingo, 26 de febrero de 2023

ANIVERSARIO LUCTUOSO DE DOS SALVADOREÑOS ILUSTRES

Por Joaquín Rivera Larios


                                         
Además del ex Beatle John Lennon, el 8 de diciembre se conmemora el aniversario luctuoso de dos distinguidos salvadoreños: los doctores Héctor Ricardo Silva, médico y Jorge Eduardo Tenorio, abogado, dos profesionales que desde altos cargos dieron valiosos aportes al país.

Ambos fallecieron el 8 de diciembre de 2011 con horas de diferencia. El deceso de Silva tuvo lugar a los 12:30, víctima de un ataque cardíaco, mientras pronunciaba un discurso en Casa Presidencial en el marco de la semana de transparencia y el de Tenorio a las 9: 30 de la noche en el Hospital de Diagnóstico, después de estar hospitalizado desde octubre de ese año. 
                                        

Tenían en común que fueron personas muy amables y respetuosas, y además, destacados estudiantes del Colegio Externado San José, administrado por la Compañía de Jesús. Es admirable el rol educativo desplegado los padres jesuitas al haber forjado a varios de los personajes con enorme incidencia en la vida del país, entre ellos Armando Calderón Sol, Héctor Dada Hirezi, Luis Dominguez Parada, José Antonio Morales Erlich, Roque Dalton, Armando Arias, Carlos Mauricio Molina Fonseca, entre otros.

Salvando desde luego las distancias y las proporciones, esta coincidencia luctuosa, me recuerda las muertes de John Adams y Thomas Jefferson, en su orden segundo y tercer presidente de Estados Unidos, separadas por horas de diferencia, justo el mismo día que se celebraba la independencia de esa gran nación: el 4 de julio de 1826. Antes de expirar Adams pregunto: “¿Thomas Jefferson está vivo?”
                                                    

HÉCTOR SILVA

Fue diputado, Alcalde de San Salvador (1997-2003) y Presidente del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL). Silva nació en Boston, el 19 de septiembre de 1947, médico de profesión, hijo de Gloria Argüello Loucel Prieto de Silva y Héctor Ricardo Silva, quines tenían terrenos en San Miguel. Fue profesor visitante de la Universidad de Harvard.
                                        
Héctor Silva se destacó desde muy joven, fue el primer bachiller en 1964 y como estudiante de la Universidad de El Salvador,  estrechó vínculos con la Acción Católica Universitaria (ACU). Allí conoció a personajes que más tarde figurarían en la política nacional como Jorge Villacorta, Rubén Zamora, Héctor Dada Hirezi y Monseñor Arturo Rivera y Damas. 

                                                  

Tras permanecer exiliado en México, regresó a El Salvador en 1988 y fundó Convergencia Democrática, junto a Ruben Zamora, Héctor Dada Hirezi, Juan José Martell. Participó como candidato a diputado en las elecciones de 1988 y 1991; ganó en ambas como representante del departamento de La Libertad.
                                        
                                        

En 1997 electo alcalde de San Salvador por la coalición de partidos FMLN y CDU. Fue el primer alcalde del partido de izquierda en la capital. Fue reelecto en el cargo en 2000.

                             

   
        
En 1998, apoyado por el sector renovador del partido, intentó sin éxito ser candidato presidencial del FMLN para las elecciones del 7 de marzo de 1999, enfrentándose a la candidata del sector ortodoxo, Victoria Marina Velásquez de Avilés, en una agria contienda interna, llena de descalificaciones, que se manifestaron especialmente en la Convención Nacional Extraordinaria que tuvo lugar el 16 de agosto de 1998. Pero las preferencias se dividieron (441 convencionistas votaron por de Avilés y 431 por Silva), no logrando ninguno de los candidatos obtener mayoría absoluta.


                                              
En 2002 Héctor Silva fue expulsado del FMLN tras su mediación en una prolongada huelga de médicos del ISSS que demoro nueve meses ( septiembre 2002 a junio 2003), emprendida en el marco de fuertes denuncias de privatización de los servicios de salud, por parte del Sindicato de los Trabajadores del Instituto del Seguro Social Salvadoreño (STISSS) a la que pronto se sumaron el sindicato de los médicos del Seguro Social (SIMETRISS) y su gremio, el Colegio de Médicos.



              
En las elecciones de 2003, ganó una diputación y fue nombrado jefe de fracción del CDU. Renunció a ese cargo para lanzar su candidatura a la presidencia de la República por la coalición CDU-PDC para los comicios de 2004, obteniendo el tercer lugar con el 3.90% de los votos. 
                                                

Durante la campaña presidencial de 2009 fue una de las figuras de izquierda moderada junto a la médico María Isabel Rodríguez, el economista Alex Segovia que apoyaron la candidatura de Mauricio Funes con su prestigio y aporte técnico. Y el 1 de junio de 2009, el presidente Mauricio Funes lo nombra presidente del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local, FISDL, cargo que estaba ejerciendo la mañana que fue sorprendido por la muerte.

Según refiere William Marroquín en el artículo "En memoria de Héctor Silva”, publicado en la Revista ECA de la UCA, Silva fue  pionero en impulsar el tema de transparencia  y  de  rendición  de  cuentas,  dado  que  –desde  noviembre  de  2009–  había  implementado una política de transparencia en el Fondo de Inversión Social para  el  Desarrollo  Local  (FISDL).  
                                                    

Plantea el articulista que esta  política  incluía  la  apertura  de  la  primera Oficina de Información y Respuesta (OIR) en una institución de gobierno en el país, así como el establecimiento del mecanismo de audiencias con los alcaldes.

                                           
                                              

 

En su último discurso durante el lanzamiento de la política de transparencia y anticorrupción del Ejecutivo, concluyó diciendo: “juntos tenemos que construir esta conciencia responsable de transparencia en la información pública”. Pocos segundos después se desvaneció.

                                                        

A raíz del fulminante deceso provocado por "aneurisma aórtico", el entonces Presidente de la República Mauricio Funes reconoció a Héctor Silva, quien lo acompañó en su campaña presidencial, como "una de las personalidades más brillantes y demócratas  en la historia política de El Salvador".

JORGE EDUARDO TENORIO

Nacido el 30 de junio de 1943, fue Presidente de la Corte Suprema de Justicia (1997-2000), Presidente del Consejo Nacional de la Judicatura (1993-1996), Presidente de la Corte de Cuentas de la Republica durante siete meses desde octubre de 1979, Ministro de Hacienda (1980-1983), Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Napoleón Duarte (1984-1985), Presidente del Instituto Nacional del Café (INCAFE).
                                        


En 1998 estalló un escandalo relacionado con secuestros en la postguerra, en la que le atribuía participación a Schafik Hándal, diputado del FMLN, se le acusó de haber obstruido la investigación siendo Presidente de la Corte Suprema de Justicia. El juzgado Primero de Instrucción de Santa Tecla decidió enviar a través de un “suplicatorio internacional” un cuestionario de 43 preguntas al excomandante guerrillero, Joaquín Villalobos, residente en Inglaterra, varias de ellas hacían alusión al diputado efemelenista Schafik Hándal.

                                                    

Debido a ello, Eduardo Tenorio ordenó al Juzgado excluir del cuestionario el nombre de Hándal, argumentando que el fuero del que éste último gozaba, en su calidad de legislador, impide involucrarlo en hechos delictivos sin la petición previa de un antejuicio a la Asamblea Legislativa.

                                                                            
En cierta ocasión me pregunté ¿Qué hacía el doctor Tenorio de Presidente de INCAFE, cuando él era abogado y no un cafetalero o alguien experto en la producción o comercio de ese producto? Y una de las compañeras de trabajo que me escuchaba, me dijo que ella estuvo con el doctor Tenorio en INCAFE, que fue uno de los mejores jefes que había tenido, muy amable y humano. Que les hacía unos bonitos festejos navideños, junto a su esposa.

                                                                                

Otra compañera de trabajo que conoció al doctor Jorge Eduardo Tenorio en la extinta Asociación de Ahorro y Préstamo CASA, destacaba la amabilidad que caracterizó al Jorge Eduardo Tenorio con las empleadas que lo atendían en el área de las escrituraciones. Puntualizaba su pulcritud y buen vestir. Tenorio fue compañero de estudios de otros distinguidos juristas: Armado Arias, Roberto Oliva, Fabio Castillo.


                                                        

Lo vi en algunas ocasiones dando clases en las aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad José Matías Delgado. La última vez que lo vi me saludó gentilmente detrás de un vidrio en su oficina Lexincorp, ubicado en la Colonia Escalón. Cuando estuve de juez suplente, en la librera del tribunal encontré su libro "La hora de la justicia", y leí con mucha satisfacción varias páginas.

                                                                            

En ese libro recogió una serie de discursos y de artículos de prensa de su autoría, en los cuales se plasman algunas ideas sobre lo que debería ser nuestro Sistema de Justicia, la enseñanza del Derecho, la ética judicial y administrativa, el combate a la delincuencia y una consecuente política criminal, así como otros temas de importancia.





Sus propuestas para mejorar la justicia incluyen potenciar los mecanismos de control, entre ellos la Fiscalía General de la República, la Corte de Cuentas de la República y fortalecer los esquemas de investigación de jueces, combatir la corrupción, mejorar la enseñanza del derecho, la transparencia, la generación de un nuevo sistema educativo para los salvadoreños. Enfatiza que en nuestro país existe una crisis generaliza de valores y que la ausencia de los mismos afecta la credibilidad de las instituciones.



La Asamblea Plenaria de XIII Cumbre Judicial  Iberoamericana reunida en Santo Domingo, República Dominicana los días 21 y 22 de junio de 2006, nombró a varios juristas en la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial, entre ellos a Jorge Eduardo Tenorio, en su calidad de abogado, entidad que quedó constituida en Buenos Aires, Argentina el 1 de septiembre del mismo año.    




Después de su muerte, René Hernández Valiente exmagistrado y ex vicepresidente de la CSJ, expresó: "Es sin lugar a dudas el servidor público de primera línea que más estuvo en el Gobierno. Estuvo casi 40 años en diferentes instituciones del Estado. Era un facilitador de las cosas, creía que todo tenía arreglo. Conocí a Guayo  desde la época del colegio. Desde la época estudiantil se caracterizó por un alto espíritu de servicio público".  

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