jueves, 4 de julio de 2019

EL EXPRESIDENTE JACOBO ARBENZ FUE SEPULTADO EN EL SALVADOR



Por Joaquín Rivera Larios

El gobernante guatemalteco coronel Juan Jacobo Árbenz Guzmán (1951-1954),  fue derrocado por maniobras encubiertas de la CIA y la United Fruit Company, estuvo casado con la salvadoreña María Cristina Vilanova Kreitz, (San Salvador 17 de abril 1915-San José 5 de enero de 2009), perteneciente a una acaudalada familia que no aprobaba la relación con el militar, pues consideraban que éste  no le podría dar la misma calidad de vida que otros pretendientes.

Según relata en el ensayo “The CIA and Jacobo Árbenz”, Roberto García Ferreira, profesor de historia de las Américas de la Universidad de Montevideo, las circunstancias de su exilio fueron bochornosas y tristes: Los Arbenz y  otras 250 personas fueron hacinados por más de un mes en la embajada de México hasta que se les concedió permiso de abandonar Guatemala. 
                                            


Al salir de Guatemala toda la familia por la aduana, el gobernante depuesto  fue casi totalmente desnudado. A su esposa e  hija Arabella las humillaron,  las dejaron en ropa interior. Las miraban como si hubieran llevado cocaína o reliquias del Estado.

La familia Árbenz iba de un país a otro. No les daban asilo. Tocaban puertas en varias naciones, pero no les brindaban apoyo y donde el exgobernante no tenía derecho a trabajar, por lo que no podían subsistir. María Vilanova tuvo que vender una  finca de café que tenía en El Salvador y poco a poco se fueron quedando sin un solo centavo. En Uruguay encontraron  amigos y pudieron quedarse durante dos años.
                                

                                          
En su exilio, además de México, residieron en Francia, Rusia y Cuba donde llegaron por invitación de Fidel Castro. Los hijos Jacobo, Eleonora y Arabella no pudieron terminar una carrera profesional, porque  no estaban estables en ningún lado.
                                   
Un hecho que devastó a Jacobo Árbenz y aceleró su deterioro físico fue el suicidio en Bogotá, Colombia,  de su hija favorita, la modelo y actriz Arabella Irene, quien a la edad de 25 años se disparó un tiro en el paladar la noche  el 5 de octubre de 1965.  Arabella, había  nacido en casa de sus abuelos maternos en San Salvador, El Salvador el 15 de enero de 1940. Juan  Jacobo y María Cristina se separaron discretamente, y mientras esta última permanecía en Costa Rica con sus hijos, él se mudó a México. La viuda escribió un libro llamado "Mi esposo el Presidente Árbenz".



En su etapa postrera el exgobernante sufrió una fuerte infección y desnutrición. En sus últimos cinco días de vida bebió  únicamente café. La noche del  27 de enero de 1971, Árbenz murió a la edad de 57 años,  a consecuencia de un colapso cardíaco,  mientras se daba un baño caliente  en su apartamento en la colonia “Satélite”, México Distrito Federal. El deceso ocurrió cuando su esposa se encontraba de viaje en El Salvador atendiendo unos negocios familiares. 

Notas periodísticas indicaron que  el cuerpo del militar presentaba múltiples quemaduras que le ocasionó el agua caliente.  La servidumbre al notar que no salía del baño, pidió auxilio a la policía. Las fuerzas de seguridad ingresaron al cuarto de baño a la fuerza y encontraron al ex presidente muerto en la bañera, mientras el agua seguía fluyendo.  Leonora, hija del ex mandatario acudió inmediatamente a la residencia y reconoció el cadáver de su padre.

                                            

En un aparente afán de reparar parcialmente agravios ocasionados  a Árbenz y su familia,  el gobierno de Guatemala presidido en la época del deceso por el coronel Carlos Arana Osorio expresó en un comunicado su disposición para que los restos de Árbenz fueran repatriados y poder rendirle los honores póstumos correspondientes a su investidura de expresidente.

Cumpliendo la última voluntad de su esposo que era ser enterrado en el panteón familiar de El Salvador, según manifestó María Cristina Vilanova, los restos de Árbenz llegaron al aeropuerto de Ilopango a las once y media de la mañana en uno de los aviones comerciales de TACA, fueron descargados en la aduana aérea, lejos de la vista del público. Luego fueron trasladados a una funeraria local y por la tarde del 30 de enero de 1971 sepultados en el cementerio Los Ilustres de San Salvador en una sencilla ceremonia privada. A las exequias asistió la madre del expresidente, Octaviana Guzmán de Árbenz.  

El Estado de Guatemala ha tratado de reivindicar la figura y legado del exmandatario y en esa línea reparadora sus restos fueron exhumados en 1995  del panteón de la familia Vilanova, donde reposaron durante 24 años, en presencia de su hijo, Jacobo Árbenz Vilanova, Jorge Mario Chenal, y el coronel retirado Carlos Enrique Díaz de León, quien asumió la Presidencia cuando se produjo la dimisión de Árbenz, luego de un golpe de Estado en junio de 1954.



El gobierno del presidente salvadoreño Armando Calderón Sol, ofreció su colaboración para repatriar los restos de Árbenz. que fueron incinerados y trasladados el 19 de octubre de 1995  al Aeropuerto de Ilopango, escoltados por cadetes salvadoreños, mientras se interpretaba la Granadera. De allí un avión de la Fuerza Aérea guatemalteca los llevó a la ciudad de Guatemala durante el gobierno del licenciado Ramiro de León Carpio.

Fueron recibidos por las autoridades del país y por su viuda, así como por una masiva concurrencia, integrada por estudiantes universitarios que le gritaban a la escolta militar del expresidente: «¡Éste sí era soldado!» El féretro fue trasladado al Salón Mayor del Museo de la Universidad de San Carlos y el Palacio Nacional, donde fue velado.                


La salvadoreña María Cristina Vilanova de Árbenz murió en Costa Rica el 5 de enero de 2009 por causas naturales. Fue sepultada según su voluntad, junto a su amado esposo, el expresidente Árbenz en el Cementerio General de Guatemala.

2 comentarios:

  1. Gracias Joaquin por el relato historico, mas alla de la tragedia, la familia Arbenz - Vilanova afronto las consecuencias de un Golpe de Estado organizado por la CIA. No dudo que el pueblo guatemalteco asi como los exiliados salvadoreños y de otras nacionalidades que fueron apoyados por Arbenz guardan en su corazon un agradecimiento eterno.

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  2. Interesante artículo para ser leído por jóvenes estudiantes de nuestra época

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