Abundan los sustantivos y adjetivos que nos arrojan luz para dilucidar
la persona y el personaje que encarna Gloria Trevi: reina, plebeya, amorosa,
quejumbrosa, tierna, rebelde, salvaje, agresiva, frontal, contestaría,
irreverente, loca, feminista, creativa, innovadora, extravagante, estrafalaria,
fuerte, desafiante, débil, vulnerable,
cómica, adorada, vilipendiada… y así
podríamos continuar aproximándonos a su multifacética personalidad de
una artista singular, que constituyó
todo un fenómeno juvenil que marcó época en los noventa y cuyo mito viviente se
prolonga hasta nuestros días.
Varias de sus más sentidas canciones
derivaron del amor que sintió por un
talento de las letras y la composición
musical, Sergio Andrade, que después fue
blanco del odio colectivo al resultar implicado en los delitos de rapto,
maltrato y violación de menores, quien paradójicamente fue verdugo y victimario
de Gloria, pero a la vez poderosa fuente de inspiración y socio creativo, al
ser arreglista de varias de sus más icónicas tonadas. En una entrevista en YouTube una joven Trevi confiesa cándidamente que Sergio Andrade era su amor platónico.
Las canciones de Gloria Trevi, se
pueden agrupar en varias categorías: las
que hablan de amor sumiso e
incondicional ("Con los ojos cerrados", "Qué voy hacer sin él", "Vestida de azúcar", "Me estoy rompiendo en pedazos", "Lo que una chica por amor es capaz"); las
que hablan de critica social ("Señor Presidente", "Chica embarazada", "Los
borregos"); las que hablan de rebeldía ("Pelo
suelto", "Doctor psiquiatra", "Hoy me iré de casa"); las que enarbolan la redención femenina ("Ella que no fue ella"); el
buen humor y la ironía también son ejes temáticos ("Zapatos viejos", "La renta", "La papa sin Catsup", "Qué bueno que no fui Lady Di").
Tiene la capacidad interpretativa
e histriónica de llorar, reir, gritar, y la fuerza comunicativa para trasladar
esos sentimientos al público, que llora, ríe, al compás de la cantante y se embadurna de
orgullo con sus interpretaciones. Hay canciones en las que se muestra sumamente
sumisa y vulnerable como “Qué voy hacer sin él”, “El recuento de los daños” y
otras en la que muestra autosuficiencia y fortaleza como “Todos me miran”, “Cinco
minutos” y “Me río de ti”, en las que se proyecta como una mujer resuelta que
puede prescindir sin problemas del afecto masculino.
La originalidad es un valor
agregado en cualquier manifestación artística, clave para dejar una huella
imborrable en el público. Ya lo dijo otra gran diva mexicana que ser original era ser inimitable,
lo cual es cuestión de imaginación y nada más. Si bien a Gloria Trevi se le
compara con Cindy Lauper, Madonna, Cher, Lady Gaga, en la música castellana el repertorio, el
discurso y la propuesta treviana es innovadora y marca un antes y un después en
la música pop. Gloria lo expresó en una entrevista televisiva: “Para ser
inolvidable tienes que poner tu propio sello, tu propio corazón, tu propio
estilo”.
Hacia 1992 Gloria Trevi arribó a
El Salvador e hizo retumbar el Gimnasio
Nacional, no tanto porque se colmara de público, sino por sus frenéticas y
estrambóticas actuaciones, llenas de teatralidad, en las que se tiró al suelo,
se quitó la ropa, se subió a las torres de sonido, llamó a un hombre del
público para quitarle la camisa en el escenario con movimientos sensuales. En
el programa “Domingo para todos” hizo algo similar, acostando en el piso del set
a Daniel Rucks y tomándolo de la corbata.
Esa escena rompe con la clásica
sumisión de la mujer al hombre,
invitando explícitamente a que las féminas suelten las amarras y sojuzguen a sus opresores. Una anécdota
curiosa en el Gimnasio Nacional fue que eligió entre el público para ese
clásico ritual de sus presentaciones a un colega abogado conocido que cuando
subió al escenario se lastimó las manos, al punto que cuando estaba junto a la
Trevi se sobaba del dolor, al ver el gesto ella le pidió que regresara a su
asiento, mientras el público coreaba la lapidaria palabra con que en nuestro
medio se denomina a los homosexuales.
Otro punto aparente de conexión
de Gloria Trevi con El Salvador, tuvo lugar en diciembre de 1999, cuando
autoridades policiales indagaron rumores que el clan Trevi-Andrade, había
pasado vía terrestre por nuestro país, incluso la Interpol la buscó en el
departamento de La Unión y en diversos sitios del gran San Salvador, incluso se
especuló que pudo hospedarse con nombre falso en un hotel capitalino. Después
de las pesquisas se concluyó que Gloria había evadido los seguimientos y
allanamientos y había abandonado el país por un punto ciego.
PALABRAS DE MOTIVACIÓN DE GLORIA TREVI
Hubo un tiempo en que no podía
parar mis lágrimas, levanté la cara y entendí que no puede vivir sin morir, ni
se puede despertar sin dormir. En los momentos difíciles, recuerda que me
tienes a mí. Mírame, me caí y me pisaron, pero no me aplastaron. El dolor me
golpeó, pero no me rompió. El día
para mí se apagó, pero entendí
que la noche no era oscura, era de lentejuelas, porque la vida es así y se
valora mejor lo bueno, lo hermoso y lo
simple cuando eres un sobreviviente.
Porque la comida es más rica
cuando se tiene hambre, un abrazo cuando te conforta cuando el alma llora. Porque te aferras más a
la vida, cuando sientes la agonía. Las migajas son tesoros cuando no se tiene
nada. Es entonces cuando te fundes con el que te dio, aunque sea una mirada,
porque si fue de compasión o despiadada, esa mirada hoy a mí me levanta.
Y les digo hoy a todos aquellos,
a los que me odian y a los que me aman, que gracias a ellos estoy aquí de pie,
más fuerte y más cabrona, que lo que era antes de caer, porque sea como sea,
para bien o para mal, todos me miran.
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