domingo, 15 de noviembre de 2020

LOS FESTIVALES OTI DE LA CANCIÓN Y LAS PARTICIPACIONES DE EL SALVADOR

Por Joaquín Rivera Larios
                                           

Jaime Turish  OTI 1986

Uno de los estímulos que tuve para escribir canciones fue el anhelo de participar en los Festivales OTI de la Canción Iberoamericana que celebraron de 1972 al 2000 y donde nuestro país nunca figuró en ninguno de los tres primeros lugares. Hubo un tiempo en que la votación de la canciones ganadoras se hacía por llamadas telefónicas en las que se elegían cinco canciones, y se calificaba del 5 al 1; y otro en que los jurados votaban de viva voz por la canción participante y con frecuencia veía con cierta tristeza que El Salvador obtenía puntuaciones bien bajas. 
                                                                         
  Eduardo Fuentes OTI 1981

El Festival de la OTI era un concurso internacional en el que los países pertenecientes a la Organización de Televisión Iberoamericana (OTI) participaban cada uno con una canción (mecánica similar a la del Festival de Eurovisión). Un jurado formado por personas relacionadas con el mundo de la música valoraba las diferentes canciones mediante votación y los 3 temas musicales que mayor puntuación obtenían se llevaban un premio en metálico. 

                                            

 Ana Marcela OTI 1977

El Festival de la OTI, surgió a partir del modelo de Eurovisión (a su vez éste una adaptación del italiano festival de San Remo) y se celebró por primera vez el 25 de noviembre de 1972 en Madrid, y su última edición tuvo lugar en 2000. De acuerdo a los resultados arrojados en las 28 ediciones del Festival OTI Internacional, en el recuento total México y España lideran la clasificación con 6 triunfos cada uno. 

                                                                         

 María Gabriela Jovel OTI 1992       
                                          
Grandes Voces pasaron por el festival tales como Camilo Sesto, Marisol, Dyango, Imelda Miller, Yuri, Lupita D'Alessio, y Betty Missiego que a pesar de estar en último lugar cuando represento a Perú en el festival, quedo segunda en Eurovisión con la tonada “Su canción”, y Marcos Llunas que quedo sexto en Eurovisión con la canción “Sin Rencor” y gano el festival OTI con la canción “Eres mi debilidad”. Sin llegar al éxito del Festival de Eurovisión, el festival de la OTI logró varios éxitos (uno de los más recordados la victoria de Chile en 1984 con Fernando Ubiergo interpretando "Agualuna") y fue ampliado además del espacio iberoamericano tradicional a Guinea Ecuatorial, Canadá y Estados Unidos, llegándose a celebrar el festival en una ocasión en el mítico Caesar´s Palace de Las Vegas (Nevada, Estados Unidos). 


                                                

                                                        Marianela Arrue OTI 2000

El Salvador no participó en los Festivales OTI llevados a cabo en Madrid, España (1972), Belo Horizonte, Brasil (1973). En esta época representaron al país los siguientes artistas: Félix López “Todo será de nosotros” (Acapulco, 1974), Eduardo Fuentes “Trataré de olvidarte” (San Juan, 1975), Walter Salvador Bautista “Tú que no mueres en la muerte” (Acapulco, 1976), Ana Marcela D’Antonio “Enséñame a vivir” (Madrid, 1977),Álvaro Torres “Gracias” (Santiago, 1978), Andrés Valencia, “Niño, mi lindo niño”(Caracas, 1979). Bautista quedó en el décimo quinto lugar con un punto y Álvaro Torres. Ana Marcela compartió el sexto lugar con cuatro países y Félix López quedó compartió el noveno lugar con cinco países, y Andrés Valencia compartió el décimo cuarto lugar con dos países. 

                                                                                  

 Matices OTI 1995

En la década de los ochenta nos representaron: Ricardo Alfaro “Séptimo día” (Buenos Aires, 1980), Eduardo Fuentes Mixco “El Latinoamericano” (México, 1981), Félix López “Con un cuento en el bolsillo” (Lima, 1982), Ernesto Guerra “Del principio al final” (Washington, 1983), Carlos Hernández “Soy” (México,1984), Oscar Alejandro “Vendedor de Canciones” (Valencia, 1985), Jaime Turish “Pensalo dos veces Martin” (Chile, 1986), Ileana Posas “Nadie más que tú” (Lisboa,1987), Walter Artiga “No está bien” (Buenos Aires, 1988), Gerardo Parker “Quisiera” (Miami, 1989). Artiga compartió con nueve países, el lugar número catorce con cero puntos.
                                                                                    
                                                                            

Carlos Hernández OTI 1984

En los noventa la representación del país estuvo a cargo de: Walter Artiga “Todavía el amor perdona” (Las Vegas, 1990), Rosa María Aguilar “Esta noche no” (Acapulco, México, 1991), Mara Gabriela “Ruego” (Valencia, 1992), Roberto Salamanca “Ella” (Valencia, 1993), Claudia Basagoitia “Tú, solo tú” (Valencia, 1994), Matices “Ven aquí conmigo” (San Bernadino, Paraguay 1995), Juan Manuel Bolaños “Con alguien más” (Quito, 1996), Rafael Alfaro “Cantándole a la vida” (Lima, 1997), Julio Roberto Hernández “Año 2000” (San José, 1998), Marinella Arrué “Sonador” (Acapulco, 2000). 
                                                
                                                                                    
 
Gerardo Parker OTI 1989

Según se desprende de un video de YouTube, Pensalo dos veces Martín, interpretado Jaime Turish, y de la autoría de Daniel Rucks obtuvo el cuarto lugar. Ana Marcela compartió el sexto lugar con cuatro países, Eduardo Fuentes obtuvo décimo segundo lugar, y Félix López el décimo primer lugar en sus respectivas participaciones. 

                                                                            

   Walter Artiga  OTI 1988
                                                             
Centroamérica alcanzó esporádicos triunfos en los Festivales OTI de la Canción Iberoamericana: Nicaragua logró el primer lugar con “Quincho Barrilete”, interpretada por Guayo González en Madrid 1977 y luego obtuvo el segundo puesto con Katia Cardenal en Las Vegas 1990, con el tema “Dame tu corazón”. Panamá conquistó el segundo lugar con Basilio en 1972, en Madrid, España y Guatemala, había obtenido el segundo puesto en 1974 con Tanya Zea en Acapulco, interpretando “Yo soy”. Costa Rica obtuvo en la Plaza Mayor de Lima, Perú en 1987 el segundo puesto por medio Erick León con la “Hora cero”, y el tercer lugar en 1986 en Chile con el tema “Bendito seas varón”, interpretado por Cristina Gutiérrez. Anteriormente Costa Rica había cosechado dos cuartos lugares en Argentina 1980 y Perú 1982, siendo representada por Ricardo Padilla, quien interpretó en su orden la “Mujer de mi vida” y “El amor se va”.

                                                                                     



   
                                Roberto Salamanca OTI 1993

sábado, 14 de noviembre de 2020

ANA GUADALUPE MARTINEZ: DE GUERRILLERA ICÓNICA A POLÍTICA DE DERECHA

Por Joaquín Rivera Larios 


Era el 19 de junio de 1952, Ana Guadalupe Martínez,  nacía en el Cantón San Jerónimo, municipio de Metapán, en  una hacienda  propiedad de sus abuelos. Creció rodeada del circulo militar de su padre, subteniente Froilan Martínez,  aderezado con el ambiente rural y ganadero, escuchando historias de aquellas   jornadas de sangre y fuego  y de la Huelga de Brazos Caídos que precedieron a  la caída del general Hernández Martínez.  A raíz de ese fallido golpe de 1944, el subteniente Martínez estuvo exiliado en México.  La madre de la futura Comandante, Lucila Menéndez, procedente de una próspera familia de cafetaleros, murió a causa de un cáncer de seno cuando aquella tenía dieciséis años. 


El subteniente Froilan Martínez Flores, uno de los primeros pilotos de la Fuerza Aérea de El Salvador, que por cierto participó en la tentativa de golpe de Estado al General Martínez el  2 de abril de 1944, piloteando un avión que iba a bombardear la Policía Nacional,  no podía creer que su hija, Ana Guadalupe,  la Comandante “María”,  la segunda de sus cuatro hijos estaba presa en la Guardia Nacional.                                        

                                              

Froilan Martínez, había sido parte del equipo de seguridad de Julio Adalberto Rivera, e incluso había dirigido la inteligencia del Estado. Para él, como para el resto de su familia, su hija Ana Guadalupe, estaba becada en Perú, para continuar sus estudios de Medicina.

Sin embargo, Ana Guadalupe,  permanecía detenida en los calabozos de la Guardia Nacional por ser miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), desde el cinco de julio de 1976. Fue  detenida en San Miguel, a ciento cincuenta kilómetros de la capital.


Ana Guadalupe, llego a ser junto a Nidia Diaz, Lorena Peña, Norma Guevara, de las pocas mujeres de la guerrilla en ocupar altos cargos en la estructura militar. Durante la década de los 70 radicó en México, España, Honduras y Nicaragua. Se encargó de obtener fondos y comprar armas para los grupos insurgentes.

Pero de la madre combatiente a la estudiante de medicina que dejó la carrera en cuarto año  para repartir panfletos y pegar carteles de manera clandestina en las calles de San Salvador contra del régimen militar, hay un largo camino revolucionario. Las ideas de izquierda y su involucramiento en la lucha armada, le llegaron por azar. Una noche, cuando se disponía a esconder a un compañero revolucionario en su casa, su vida cambió.

                

Al llegar a la Universidad Nacional conoció a Mariano Jimenez, un líder del movimiento estudiantil revolucionario. Jiménez le pidió ayuda a dos compañeros que la Guardia Nacional perseguía: Joaquín Villalobos de pseudónimo “Marcos” y Rafael Arce Zablah, primer Bachiller del Líceo Salvadoreño en 1969 e hijo de otro oficial, el coronel Rafael Arce.

Una casa de una familia santaneca pudiente sería el mejor escondrijo para ellos. Ana Guadalupe aceptó. Sin embargo, los dos revoltosos no  tuvieron necesidad de irse a vivir a Santa Ana. Posteriormente, “Marcos” la convenció para incorporarse en 1973 a una célula guerrillera del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), cuando solo tenía 21 años. 


MESES EN PRISIÓN

Ana Guadalupe pasó en prisión nueve meses. Fue liberada cuando el ERP negoció el rescate del cadáver de Roberto Poma a cambio de ella. Luego partió para España, posteriormente a Francia y a Argelia. En ese tiempo escribió su libro “ Las Cárceles Clandestinas" (1978). Los cinco grupos guerrilleros salvadoreños emularon el ejemplo de unidad de los sandinistas, quienes fueron aconsejados por Fidel Castro desde La Habana.




Contamos  un doble testimonio escrito de esa traumática experiencia: su declaración hecha en 1978 ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que constituye el caso 2892, y su libro “Las cárceles clandestinas en El Salvador”.

Como sobreviviente, declaró ante la CIDH: “Yo, Ana Guadalupe Martínez, fui secuestrada el 5 de julio de 1976 en la ciudad de San Miguel, a 150 km de la capital, por agentes vestidos de civil, de la Sección II de la Guardia Nacional. Desde ese momento fui sometida a innumerables vejaciones, torturas físicas y sicológicas, entre ellas choques eléctricos de manera selectiva tomando los principales plexos nerviosos, empezando por electrodos en ambos lados de las caderas, luego de un tercero sobre la mano izquierda, después un cuarto electrodo en la vulva y el quinto electrodo en la región lumbar de la columna vertebral; todo esto esposada de pies y manos, vendada de los ojos y sobre el suelo, haciendo pausas entre descarga y descarga para interrogarme y me decían: «Aquí hemos hecho hablar a los hombres, no digamos a una mujer»; además [fui] brutalmente violada por el sargento Mario Rosales que prestaba servicio en dicha sección y con el conocimiento de sus jefes. Todo el tiempo de mi secuestro estuve aislada en una pequeña celda de dos metros de largo por 1.80 metros de ancho, a oscuras, sin más ventilación que un pequeño agujero de 5 centímetros de diámetro. Todo el primer mes estuve vendada de ojos, esposada de pies y manos, algunas veces completamente desnuda. En algunos períodos me dejaban sin comer, y cuando la condición física era muy mala me daban atención para no dejarme morir y luego seguir interrogándome.”



CONFIGURACIÓN DEL FMLN

Martínez al igual que los líderes de la guerrilla salvadoreña, creyeron que podían repetir la hazaña sandinista, no obstante haberse unificado los grupos guerrilleros bajo la egida del FMLN el 10 de octubre de 1980, lo que se logró con la intervención del líder cubano Fidel Castro  y las fuertes ofensivas  del 10 de enero de 1981 y de 11 de noviembre de 1989,  no lograron tumbar al régimen, viéndose conminados a negociar la paz, bajo la mediación de Naciones Unidas.



ACUERDOS DE PAZ

El 16 de enero de 1992, en México DF, Ana Guadalupe fue suscriptora de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a doce años de guerra, por la delegación del FMLN, junto a Schafik Handal “Comandante Simón”, Salvador Sánchez Cerén “Comandante Leonel González”, Francisco Jovel “comandante Roberto Roca”, Eduardo Sancho, “Comandante Ferman Cienfuegos”, Comandante Joaquín Villalobos, Ana Guadalupe Martínez “Comandante María”, Roberto Cañas, Dagoberto Gutiérrez, Salvador Samayoa, María Marta Valladares “Comandante Nidia Díaz”.

MIEMBRO DE PARTIDOS DE CENTRO DERECHA

Ana Guadalupe se convirtió en vicepresidente de la Asamblea Legislativa en 1994, gracias a las profundas divisiones en el FMLN que  saltaron a la luz pública el 1 de mayo de ese año, cuando en la primera sesión de la Asamblea Legislativa, siete diputados del FMLN que después formaron el Partido Democráta (PD)  votaron a favor de la candidata de ARENA para la presidencia del Parlamento, Gloria Salguero Gross.  A cambio, los 39 diputados de ARENA votaron a favor de Ana Guadalupe Martínez, para la vicepresidencia del Órgano Legislativo.

         

            

A raíz de la ruptura con el FMLN, con cuya bandera llegó al congreso, fundó el PD, con Joaquín Villalobos, el ex capitán del ejército, Francisco Emilio Mena Sandoval, Juan Ramón, Medrano, entre otros, quienes suscribieron el 31 de mayo de 1995 el Pacto de San Andrés con el presidente Armando Calderón Sol, lo que dio pie para el incremento del IVA al 13%

En 1997 dejó la Asamblea Legislativa y la política partidaria por un tiempo. Ana Guadalupe Martínez, con el devenir de los años abandonó sus ideales justicieros y revolucionarios y ha pertenecido al partido Demócrata Cristiano (PDC), controlado por el abogado liberal, Rodolfo Parker, partido del cual  llegó a ser Secretaria General Adjunta.

El PDC ahora es un  partido de centro derecha, que apoyó la candidatura del Movimiento de Unidad en el 2014, liderado por Tony Saca y del candidato de ARENA,  Carlos Calleja en el 2019, nada que ver con aquel vigoroso partido de oposición que lideraron Napoleón Duarte, José Antonio Morales Erlich, Rey Prendes, Mario Zamora Rivas, Chávez Mena, Roberto Lara Velado, Abraham Rodríguez en los sesenta y setenta.  


miércoles, 11 de noviembre de 2020

FIDEL SANCHEZ HERNÁNDEZ, EL CAUDILLO DE "LA GUERRA DE LAS CIEN HORAS"

Por Joaquín Rivera Larios



El general Fidel Sánchez Hernández nació en El Divisadero, departamento de Morazán el 7 de julio de 1917 y falleció en San Salvador el 28 de febrero de 2003. Su formación militar comienza en El Salvador y culmina en los Estados Unidos, donde fue becado en la Escuela de Armas Blindadas en Fort Knox. Fue asimismo delegado de la Comisión de las Naciones Unidas en Corea y desempeño cargos de agregado militar en París y Washington DC.

Con su esposa, doña Marina Uriarte de Sánchez Hernández, procreó a sus hijos Arely, Manuel Vicente, Marina Teresa y Fidel Angel. 



Un suplemento sobre políticos y gobernantes que publicó El Diario de Hoy en diciembre de 1999, da cuenta que el General Fidel Sánchez Hernández era la personificación del optimismo y el pensamiento positivo. Quienes lo conocían de cerca le atribuían la frase: “Creo que todos se ponen de acuerdo para que las cosas me salgan bien”.

VISITA DE LINDON B.  JOHNSON

El Presidente de la República, General Fidel Sanchez Hernández (1917-2003), recibió al Presidente Lindon B. Johnson, acompañado de la Primera Dama estadounidense, Lady Bird Johnson, con motivo de una visita oficial realizada a El Salvador los días 7 al 9 de julio de 1968. 



El presidente Johnson se reunió con los presidentes de los cinco países de Centroamérica en Los Chorros el 8 de julio de 1968. Los gobernantes que asistieron: José Joaquín Trejo de Costa Rica, Oswaldo López Arellano de Honduras, Anastasio Somoza de Nicaragua, Fidel Sánchez Hernández de El Salvador y Julio Cesar Méndez Montenegro de Guatemala.
                                                                 
                                       
                   

Para tal efecto, en medio de protestas de la oposición y un clima de tensión por el conflicto que ya se avizoraba con Honduras, vinieron a El Salvador Somoza Debayle y López Arellano. En la zona fronteriza con Honduras se habían producido capturas de ciudadanos de ambos países.  ¿Quién imaginaría que los generales López Arellano y Sánchez Hernández protagonizarían tan solo un año después “la Guerra de las Cien Horas"? 
                                                                            


En un reportaje publicado por la revista Vértice de El Diario de Hoy del 17 de marzo de 2002,  "Del buen vecino al libre comercio" da cuenta que en 1968 el transporte se vio paralizado y que un diario de la época tituló "Otra vez los buseros", que demandaban a los empresarios el contrato colectivo. Refiere que Lindon Johnson se reunió en la sede de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), en medio de protestas. En la agenda estaban reformas a la Carta de Constitución de la ODECA para poner coto a los incidentes fronterizos.  

LA GUERRA CONTRA HONDURAS

En julio de 1969, como culminación de una serie de acontecimientos entre los que se hallan tres partidos de futbol, entre las Selecciones de El Salvador y Honduras,  disputados en Tegucigalpa, San Salvador y  de desempate en el Estadio Azteca de México DF,  en su orden los días 8, 16 y 27 de junio de 1969,  millares de salvadoreños son expulsados de territorio hondureño.

La actitud positiva frente a la vida, sin duda le sirvió a Sánchez Hernández para afrontar los difíciles momentos por los que tuvo que pasar durante su período presidencial de 1967 a 1972: la guerra contra Honduras (14 al 18 de julio de 1969) y un golpe de Estado. En ambos acontecimientos salió bien librado. 



Victimas de vejámenes, incluyendo el asesinato de sus familiares y el despojo de sus propiedades, los desplazados comienzan a cruzar la frontera donde relatan a las autoridades salvadoreñas las atrocidades que han sufrido.

Como resultado de lo que en su momento se llamó genocidio, y debido a la renuencia de las autoridades hondureñas de poner fin a los atropellos, el general Sánchez Hernández ordenó la incursión de tropas a Honduras. 

Así comienza la llamada “Guerra de las Cien Horas”, en El Salvador llamada “Guerra de legítima defensa”, por el tiempo que duró el enfrentamiento y que las agencias internacionales de noticias calificaron con el mote de la “Guerra del Fútbol”.

En el curso de la guerra los soldados salvadoreños penetraron a territorio hondureño, hasta muy cerca de la capital, Tegucigalpa. La ocupación no duró mucho tiempo, debido a presiones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el gobierno de Estados Unidos. Aunque, por otra parte-años más tarde-fuentes militares admitieron que el costo humano y económico de una fuerza de ocupación habría sido muy alto para El Salvador.




Relatan los expertos que el ejercito salvadoreño era mucho mejor preparado y entrenado, pero no le bastó esa superioridad para derrotar al ejercito hondureño. Narran los entendidos que Sánchez Hernández era más hombre de armas, más comandante de campo, que Lopez Arellano, que era más un político que controlaba las fuerzas armadas como un partido.

Tomando en cuenta que la Guerra de las Cien Horas, coincidió con el alunizaje del Apolo XI, Sánchez Hernández acuño aquella famosa frase: “¿Cómo es posible que un hombre pueda caminar con seguridad por la superficie de la luna y no pueda por su nacionalidad, caminar sin peligro por las veredas de Honduras?” 



El estallido del conflicto fue esencialmente por dos causas, por una parte el régimen hondureño decidió distribuir el terreno a campesinos locales en el marco de una reforma agraria,  expulsando a los salvadoreños que llevaban viviendo allí ya por varias generaciones. Este hecho provocó la persecución de campesinos salvadoreños. El otro gran motivo fue la captura de 45 soldados salvadoreños con dos camiones cargados de armamento en 1967 por parte del gobierno hondureño.

FORCEJEOS CON EL CHELE MEDRANO

Los Generales Fidel Sanchez Hernández y José Alberto "el Chele" Medrano, eran de la misma promoción de cadetes egresados en 1937, ingresaron a la Escuela Militar en 1934. Pese a haber sido compañeros tuvieron una fuerte disputa por poder el primero como Presidente de la República y el segundo como Director de la Guardia Nacional y director de la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN), estructura paramilitar que ejercía vigilancia sobre la población rural y recolectaba información para los servicios de inteligencia. En 1967 llegó a movilizar a más de cien mil personas. 

                                                                 

Narra Chávez Velasco en una crónica publicada en el Diario de Hoy el 1 de marzo de 2003 que cuando eran capitanes, su amigo Adalberto Medrano, un matón de estatura normal y robusto como un conacaste, ofendió a varios civiles. Fidel no lo pudo tolerar y lo retó a los puños. Era la recreación de David contra Goliat. Fidel le propinó una soberana paliza, la única quizá que Medrano recibió en toda su vida.

En un artículo del periódico El Salvador Times denominado “Un secuestro y un pleito entre generales”, revela que Sánchez Hernández se había destacado en las áreas más administrativas y diplomáticas; Medrano en las de la represión y el espionaje. El primero era el hombre de la sonrisa y del cálculo político detrás del escritorio; el segundo era el de la voz de mando y el puño de hierro en el teatro de operaciones. 

                                                       

                   

Medrano se había convertido en el hombre fuerte del régimen durante la presidencia del coronel Julio Adalberto Rivera. Hacia 1966, en las postrimerías de su mandato, Rivera dudaba en la designación su sucesor en el poder. Medrano propuso para el puesto a su amigo Sánchez Hernández, para quien gestionó además el imprescindible aval de la embajada de los Estados Unidos.

Sánchez Hernández siempre estuvo consciente de ese detalle, y lo retribuyó apoyando el poder personal de Medrano. Pero la amistad, y cualquier otro vínculo entre ambos, se habían roto el primero de diciembre de 1970, cuando Sánchez Hernández no solo despojó al “Chele” Medrano de la jefatura de la Guardia Nacional y de los servicios secretos del gobierno, sino que también ordenó su baja definitiva de la Fuerza Armada. Este incidente lo relata el ministro de Defensa, General Fidel Torres en su libro “Los militares en el poder” (2007), dado que Medrano señalaba supuesta corrupción en la compra de armas.
                         
                                                       

                                      
Aquél primero de diciembre, el general Fidel Torres, convocó al cuerpo de generales para una reunión informativa de rutina. Cuando se disponía a tocar el punto relativo a las actividades de la comisión de adquisición de armamento, Medrano se le plantó enfrente, cuentan que con varios tragos de más, y lo insultó a gritos.

                                                   

El general Torres le exigió compostura y respeto a su investidura ministerial, advirtiéndole que informaría del incidente al presidente Sánchez Hernández. “Pues además infórmele que yo digo que también él es un hijo de la gran puta”, le respondió Medrano. Según refiere Waldo Chávez Velasco en su libro “Lo que no conté sobre los presidentes militares”, que Medrano padecía un problema incontrolable de alcoholismo. El 23 de marzo de 1985, un comando guerrillero acabó con la vida del temible general Medrano en la colonia Zacamil de Mejicanos.


INTENTO DE GOLPE DE ESTADO

En el marco de denuncias de fraude en las elecciones presidenciales del 20 de febrero de 1972, la madrugada y la mañana del 25 de marzo de 1972 se produjo un intento de golpe de Estado contra el gobierno del general Fidel Sánchez Hernández, cuyos cabecillas eran el coronel Benjamin Mejía y José Napoleón Duarte. El presidente fue capturado por los golpistas y recluido en el cuartel El Zapote por el coronel Manuel Antonio Nuñez. El Cuartel San Carlos fue otro destacamento militar que se alzó en armas. 


El General Fidel Torres, Ministro de Defensa en aquella, entrevistado por El Diario de Hoy del 3 de marzo de 2003 expresó un una crónica denominada “En defensa del Presidente” que se encontraba en una hacienda en San Miguel cuando se enteró del suceso. 

Inmediatamente se comunicó con los cuarteles de todo el país y movilizó los destacamentos de San Miguel, Morazán y La Unión, cuyos efectivos envió a San Salvador, mientras la Fuerza Aérea, que continuaba fiel a la presidencia de Sánchez Hernández, esperaba la orden para bombardear el cuartel El Zapote.  

Añadió que los golpistas le mandaron a decir que si a las cuatro de la tarde no detenía la resistencia contra el golpe, iban a asesinar al presidente. Entonces, él les dijo: “A las cuatro de la tarde si no se rinden en el cuartel en que están, los voy a hacer mierda con la Fuerza Aérea”. Pero ante esa amenaza, los golpistas fueron a pedir asilo político a la nunciatura. 
En el momento en que se iba a bombardear el cuartel El Zapote, el general Sánchez Hernández fue liberado y se comunicó inmediatamente con el general Torres para darle la orden de detener el bombardeo en el cuartel.

“René Valdivieso, uno de los responsables del golpe, me dijo que no era contra el general Sánchez Hernández, sino contra Molina. Se ha roto la unidad de las Fuerzas Armadas con el nombramiento”, sentenció el general Torres. 
                                                         


Refiere Waldo Chávez Velasco en el referido artículo publicado en El Diario de Hoy el 1 de marzo de 2003, que el presidente electo Arturo Armando Molina iba rumbo a Taiwán como invitado de ese gobierno. Se le localizó en Los Ángeles y un avión de la Fuerza Aérea estadounidense lo transportó a Ilopango. 

La Prensa Gráfica en su suplemento alusivo a los Cien años de su fundación del 10 de mayo de 2015 refiere que los enfrentamientos dejaron en pocas horas alrededor de cien fallecidos y más de doscientos heridos. 
                                            

Como resultado del fracaso del golpe de estado, fueron exiliados varios políticos, entre ellos el ingeniero José Napoleón Duarte, dirigente del Partido Demócrata Cristiano (PDC) que salió para Venezuela luego de ser capturado torturado y el coronel Mejía salió al exilio a Argentina y el Alcalde de San Salvador, Carlos Antonio Herrera Rebollo huyó a México. A su regreso a El Salvador el Coronel Mejía junto a su esposa fueron asesinado el 10 julio de 1981 en la Carretera Panamericana a la altura del kilómetro 23, jurisdicción de Monte San Juan.

                                                  
                       

                                                                           
                               Cnel. Benjamín Mejía                                                    
GABINETE DE GOBIERNO

El presidente Fidel Sánchez Hernández reunido con su Consejo de Ministros en Casa Presidencial del barrio San Jacinto. Tomado del libro "El Salvador - 1968". 

                         
                    
A continuación la lista de ministros y subsecretarios, y otros funcionarios que formaban parte del Poder Ejecutivo de acuerdo a dicho libro.

Presidente: Cnel. Fidel Sánchez Hernández.

Relaciones Exteriores: Dr. Alfredo Martínez Moreno - Dr. Guillermo Paz Larín.

Interior: Dr. Francisco Armando Arias - Dr. José Francisco Bolaños Lemus.

Justicia: Dr. Marcos Gabriel Villacorta - Dr. Alfonso César Rosales y Rosales.

Hacienda: Dr. Humberto Guillermo Cuestas (también fungía como Vice Presidente de la República) - Dr. Antonio Escobar Fratti.

Economía: Lic. Rafael Glower Valdivieso - Dr. Óscar Lacayo Rosales,

Subsecretarío de Integración Económica y Comercio Internacional: Dr. Amílcar Martínez Arguera. 

                                                   

Educación: Lic. Walter Béneke Medina - Licda. Antonia Portillo de Galindo.

Defensa: Cnel. Fidel Torres - Cnel. Mario Modesto Chacón.

Trabajo y Previsión Social: Cnel. Joaquín Zaldívar - Dr. Orlando Segovia Mugdan.

Agricultura y Ganadería: Ing. Antonio Berríos Mendoza - Ing. René Figueroa Velarde.

Salud Pública y Asistencia Social: Dr. Tomás Palomo Alcaine - Dr. Ricardo Hernández Suárez.

Obras Públicas: Ing. Enrique Cuéllar - Ing. Luis Alonso Vanegas.

Secretario de la Presidencia: Dr. Enrique Mayorga Rivas.

Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Planificación y Coordinación Económica: Ing. Edgardo Suárez Contreras.

Secretario Privado de la Presidencia: Cnel. José Armando Azmitia.

Secretario Particular de la Presidencia: Dr. Francisco Peña Trejo.

Jefe del Departamento de Relaciones Públicas de Casa Presidencial: Periodista Alfonso Salazar.

Fiscal General: Dr. Francisco Arturo Samayoa.

Procurador General de Pobres: Dra. Yolanda Myers de Vásquez.

Nota: La Constitución Política de El Salvador de 1962, vigente en aquellos años, daba facultad al Presidente de la República para nombrar al Fiscal General y Procurador General de Pobres (ahora Procurador General).




sábado, 7 de noviembre de 2020

EL PRESIDENTE DE PANAMÁ QUE SE GRADUÓ DE LA ESCUELA MILITAR DE EL SALVADOR

 Por Joaquín Rivera Larios
                                                          


                                                            
Omar Torrijos, quien llegara a ser gobernante de Panamá y hombre fuerte desde 1968 hasta 1981, mundialmente celebre por haber recuperado el Canal para su país a través del Tratado Torrijos-Carter, cursaba el tercer año de estudios magisteriales cuando ganó una beca para hacer estudios en la Escuela Militar de El Salvador, en donde obtiene los títulos de Subteniente de Infantería y Bachiller en Ciencias y Letras.

Omar Efraín Torrijos Herrera nació el 13 de febrero de 1929, fue el sexto hijo de José María Torrijos, un docente oriundo del Valle del Cauca en Colombia y de Josefina Herrera, veragüense. Creció en una casa humilde, multitudinaria (eran doce hermanos). Sus padres daban clases en los caseríos de Santiago de Veraguas en la Escuela Normal de Santiago Juan Demóstenes Arosemena. Cursó estudios en esa Normal, localizada en su pueblo natal, para complacer a sus padres quienes querían que Omar siguiera sus pasos en la profesión. 




Según una placa que aparece en el Salón de Honor de la Escuela Militar Cap. Gral. Gerardo Barrios, Torrijos egresó de subteniente el 15 de noviembre de 1951, integrando la XXI promoción 1948-1951, a la que también pertenece otro panameño Ricaurte Batista. En este período fue recluta del cadete Arturo Armando Molina que llegaría a ser Presidente de El Salvador en el quinquenio 1972-1977 y quien por cierto fue primera antigüedad en la XIX promoción que egresó en 1949.

En la Escuela Militar salvadoreña, el joven Torrijos llegó a ser considerado como un líder de su grupo, por su interés en el estudio de los problemas socio-económicos y políticos de los pueblos centroamericanos, por su capacidad organizativa y sus dones de conductor y por su profundo sentido del compañerismo.
                                                                                     

                                            
No obstante ser el graduado con mayor renombre internacional de esa casa de estudios, Omar Torrijos, no aparece dentro de ninguna de las cinco primeras antigüedades de la promoción XXI (1951), en la que destacaron: 1) Julio González Palomo; 2) Jorge Alfredo Pinto, 3)Guillermo Rivas Rodriguez; 4) Carlos Arturo Azucena; 5)Raul Armando Parada. La Escuela fue dirigida desde 1941 hasta 1953 por oficiales estadounidenses, los directores que fungieron en la época del cadete Torrijos fueron: Coroneles John Frederik Schmelzer, Henry H. Leanard Jr., Coronel Ramón A. Nadal. (Hidalgo Martínez, Julio Héctor, Historia de la Escuela Militar "Cap. Gral. Gerardo Barrios, San Salvador, El Salvador, Enero 2020,  Pág. 204)

Con 23 años pasó a engrosar la Guardia Nacional de Panamá en 1952, obteniendo rápidos ascensos: a Teniente en 1955 y a Capitán el año siguiente. En la Escuela de las Américas (ubicada en la desaparecido zona del Canal) fue capacitado en contrainsurgencia. 

                                            


Cuenta Waldo Chávez Velasco en el libro "Lo que no conté sobre los presidentes militares" que en la primera reunión que tuvo el presidente electo Arturo Armando Molina con Omar Torrijos, éste no solo no fue a recibir a su homologo al aeropuerto, sino que hizo llegar a aquel en un avión viejo a su cuartel en una selva. Molina que ingresó a la escuela Militar en 1946 fue cadete en la misma época que Torrijos, por lo que cuanto lo vio le dijo en voz alta: "No olvide que usted ha sido mi recluta en la Escuela Militar de El Salvador". 

                                       




Narra Chávez Velasco que Torrijos, previo a ese encuentro de presidentes, estaba molesto con los salvadoreños, porque se encontraba en el país, procedente de México, cuando se dio una intentona de golpe de Estado en su contra, que según fuentes periodísticas tuvo lugar el 16 de diciembre de 1969 “Día de la Lealtad”, y pese a que el militar panameño estudio en El Salvador, no recibió armas, tropa del Ejército, ni equipo de sus colegas de armas salvadoreños, el entonces presidente, Fidel Sánchez Hernández ni siquiera lo saludó ni lo autorizó a salir del Aeropuerto de Ilopango.                                                              



En la edición impresa del periódico El País de España del 11 de abril de 1980 apareció una declaración de Omar Torrijos en la que hace alusión al conflicto en nuestro país: “En El Salvador no gana nadie, y tendrá que haber miles de muertos todavía para que el Ejército y la izquierda se den cuenta. La guerrilla ‒en contra de lo que opinan los gringos‒ tiene que entenderse directamente con los militares, pero no a través de la Democracia Cristiana. (Adolfo Arnoldo) Majano y los de la Junta (Revolucionaria de Gobierno) son bien intencionados. El objetivo de su operación, amparada por Washington, es hacer ciertas reformas, que, objetivamente, perjudican a la oligarquía, pero, a la vez, aplastando a la izquierda en el proceso”.

El 12 de noviembre de 2005, el entonces alcalde de San Salvador, Carlos Rivas Zamora, inauguró la plaza República de Panamá, en la avenida La Revolución, frente al Museo de Antropología David J. Guzmán. En el centro de la plaza, se develó un busto en honor del general Omar Torrijos, quien perdió la vida en un accidente aéreo el 31 de julio de ese 1981. En la época de la develación del busto, Martín Torrijos Espino, su hijo, era el presidente de Panamá.