domingo, 26 de febrero de 2023

ANIVERSARIO LUCTUOSO DE DOS SALVADOREÑOS ILUSTRES

Por Joaquín Rivera Larios


                                         
Además del ex Beatle John Lennon, el 8 de diciembre se conmemora el aniversario luctuoso de dos distinguidos salvadoreños: los doctores Héctor Ricardo Silva, médico y Jorge Eduardo Tenorio, abogado, dos profesionales que desde altos cargos dieron valiosos aportes al país.

Ambos fallecieron el 8 de diciembre de 2011 con horas de diferencia. El deceso de Silva tuvo lugar a los 12:30, víctima de un ataque cardíaco, mientras pronunciaba un discurso en Casa Presidencial en el marco de la semana de transparencia y el de Tenorio a las 9: 30 de la noche en el Hospital de Diagnóstico, después de estar hospitalizado desde octubre de ese año. 
                                        

Tenían en común que fueron personas muy amables y respetuosas, y además, destacados estudiantes del Colegio Externado San José, administrado por la Compañía de Jesús. Es admirable el rol educativo desplegado los padres jesuitas al haber forjado a varios de los personajes con enorme incidencia en la vida del país, entre ellos Armando Calderón Sol, Héctor Dada Hirezi, Luis Dominguez Parada, José Antonio Morales Erlich, Roque Dalton, Armando Arias, Carlos Mauricio Molina Fonseca, entre otros.

Salvando desde luego las distancias y las proporciones, esta coincidencia luctuosa, me recuerda las muertes de John Adams y Thomas Jefferson, en su orden segundo y tercer presidente de Estados Unidos, separadas por horas de diferencia, justo el mismo día que se celebraba la independencia de esa gran nación: el 4 de julio de 1826. Antes de expirar Adams pregunto: “¿Thomas Jefferson está vivo?”
                                                    

HÉCTOR SILVA

Fue diputado, Alcalde de San Salvador (1997-2003) y Presidente del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL). Silva nació en Boston, el 19 de septiembre de 1947, médico de profesión, hijo de Gloria Argüello Loucel Prieto de Silva y Héctor Ricardo Silva, quines tenían terrenos en San Miguel. Fue profesor visitante de la Universidad de Harvard.
                                        
Héctor Silva se destacó desde muy joven, fue el primer bachiller en 1964 y como estudiante de la Universidad de El Salvador,  estrechó vínculos con la Acción Católica Universitaria (ACU). Allí conoció a personajes que más tarde figurarían en la política nacional como Jorge Villacorta, Rubén Zamora, Héctor Dada Hirezi y Monseñor Arturo Rivera y Damas. 

                                                  

Tras permanecer exiliado en México, regresó a El Salvador en 1988 y fundó Convergencia Democrática, junto a Ruben Zamora, Héctor Dada Hirezi, Juan José Martell. Participó como candidato a diputado en las elecciones de 1988 y 1991; ganó en ambas como representante del departamento de La Libertad.
                                        
                                        

En 1997 electo alcalde de San Salvador por la coalición de partidos FMLN y CDU. Fue el primer alcalde del partido de izquierda en la capital. Fue reelecto en el cargo en 2000.

                             

   
        
En 1998, apoyado por el sector renovador del partido, intentó sin éxito ser candidato presidencial del FMLN para las elecciones del 7 de marzo de 1999, enfrentándose a la candidata del sector ortodoxo, Victoria Marina Velásquez de Avilés, en una agria contienda interna, llena de descalificaciones, que se manifestaron especialmente en la Convención Nacional Extraordinaria que tuvo lugar el 16 de agosto de 1998. Pero las preferencias se dividieron (441 convencionistas votaron por de Avilés y 431 por Silva), no logrando ninguno de los candidatos obtener mayoría absoluta.


                                              
En 2002 Héctor Silva fue expulsado del FMLN tras su mediación en una prolongada huelga de médicos del ISSS que demoro nueve meses ( septiembre 2002 a junio 2003), emprendida en el marco de fuertes denuncias de privatización de los servicios de salud, por parte del Sindicato de los Trabajadores del Instituto del Seguro Social Salvadoreño (STISSS) a la que pronto se sumaron el sindicato de los médicos del Seguro Social (SIMETRISS) y su gremio, el Colegio de Médicos.



              
En las elecciones de 2003, ganó una diputación y fue nombrado jefe de fracción del CDU. Renunció a ese cargo para lanzar su candidatura a la presidencia de la República por la coalición CDU-PDC para los comicios de 2004, obteniendo el tercer lugar con el 3.90% de los votos. 
                                                

Durante la campaña presidencial de 2009 fue una de las figuras de izquierda moderada junto a la médico María Isabel Rodríguez, el economista Alex Segovia que apoyaron la candidatura de Mauricio Funes con su prestigio y aporte técnico. Y el 1 de junio de 2009, el presidente Mauricio Funes lo nombra presidente del Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local, FISDL, cargo que estaba ejerciendo la mañana que fue sorprendido por la muerte.

Según refiere William Marroquín en el artículo "En memoria de Héctor Silva”, publicado en la Revista ECA de la UCA, Silva fue  pionero en impulsar el tema de transparencia  y  de  rendición  de  cuentas,  dado  que  –desde  noviembre  de  2009–  había  implementado una política de transparencia en el Fondo de Inversión Social para  el  Desarrollo  Local  (FISDL).  
                                                    

Plantea el articulista que esta  política  incluía  la  apertura  de  la  primera Oficina de Información y Respuesta (OIR) en una institución de gobierno en el país, así como el establecimiento del mecanismo de audiencias con los alcaldes.

                                           
                                              

 

En su último discurso durante el lanzamiento de la política de transparencia y anticorrupción del Ejecutivo, concluyó diciendo: “juntos tenemos que construir esta conciencia responsable de transparencia en la información pública”. Pocos segundos después se desvaneció.

                                                        

A raíz del fulminante deceso provocado por "aneurisma aórtico", el entonces Presidente de la República Mauricio Funes reconoció a Héctor Silva, quien lo acompañó en su campaña presidencial, como "una de las personalidades más brillantes y demócratas  en la historia política de El Salvador".

JORGE EDUARDO TENORIO

Nacido el 30 de junio de 1943, fue Presidente de la Corte Suprema de Justicia (1997-2000), Presidente del Consejo Nacional de la Judicatura (1993-1996), Presidente de la Corte de Cuentas de la Republica durante siete meses desde octubre de 1979, Ministro de Hacienda (1980-1983), Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Napoleón Duarte (1984-1985), Presidente del Instituto Nacional del Café (INCAFE).
                                        


En 1998 estalló un escandalo relacionado con secuestros en la postguerra, en la que le atribuía participación a Schafik Hándal, diputado del FMLN, se le acusó de haber obstruido la investigación siendo Presidente de la Corte Suprema de Justicia. El juzgado Primero de Instrucción de Santa Tecla decidió enviar a través de un “suplicatorio internacional” un cuestionario de 43 preguntas al excomandante guerrillero, Joaquín Villalobos, residente en Inglaterra, varias de ellas hacían alusión al diputado efemelenista Schafik Hándal.

                                                    

Debido a ello, Eduardo Tenorio ordenó al Juzgado excluir del cuestionario el nombre de Hándal, argumentando que el fuero del que éste último gozaba, en su calidad de legislador, impide involucrarlo en hechos delictivos sin la petición previa de un antejuicio a la Asamblea Legislativa.

                                                                            
En cierta ocasión me pregunté ¿Qué hacía el doctor Tenorio de Presidente de INCAFE, cuando él era abogado y no un cafetalero o alguien experto en la producción o comercio de ese producto? Y una de las compañeras de trabajo que me escuchaba, me dijo que ella estuvo con el doctor Tenorio en INCAFE, que fue uno de los mejores jefes que había tenido, muy amable y humano. Que les hacía unos bonitos festejos navideños, junto a su esposa.

                                                                                

Otra compañera de trabajo que conoció al doctor Jorge Eduardo Tenorio en la extinta Asociación de Ahorro y Préstamo CASA, destacaba la amabilidad que caracterizó al Jorge Eduardo Tenorio con las empleadas que lo atendían en el área de las escrituraciones. Puntualizaba su pulcritud y buen vestir. Tenorio fue compañero de estudios de otros distinguidos juristas: Armado Arias, Roberto Oliva, Fabio Castillo.


                                                        

Lo vi en algunas ocasiones dando clases en las aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad José Matías Delgado. La última vez que lo vi me saludó gentilmente detrás de un vidrio en su oficina Lexincorp, ubicado en la Colonia Escalón. Cuando estuve de juez suplente, en la librera del tribunal encontré su libro "La hora de la justicia", y leí con mucha satisfacción varias páginas.

                                                                            

En ese libro recogió una serie de discursos y de artículos de prensa de su autoría, en los cuales se plasman algunas ideas sobre lo que debería ser nuestro Sistema de Justicia, la enseñanza del Derecho, la ética judicial y administrativa, el combate a la delincuencia y una consecuente política criminal, así como otros temas de importancia.





Sus propuestas para mejorar la justicia incluyen potenciar los mecanismos de control, entre ellos la Fiscalía General de la República, la Corte de Cuentas de la República y fortalecer los esquemas de investigación de jueces, combatir la corrupción, mejorar la enseñanza del derecho, la transparencia, la generación de un nuevo sistema educativo para los salvadoreños. Enfatiza que en nuestro país existe una crisis generaliza de valores y que la ausencia de los mismos afecta la credibilidad de las instituciones.



La Asamblea Plenaria de XIII Cumbre Judicial  Iberoamericana reunida en Santo Domingo, República Dominicana los días 21 y 22 de junio de 2006, nombró a varios juristas en la Comisión Iberoamericana de Ética Judicial, entre ellos a Jorge Eduardo Tenorio, en su calidad de abogado, entidad que quedó constituida en Buenos Aires, Argentina el 1 de septiembre del mismo año.    




Después de su muerte, René Hernández Valiente exmagistrado y ex vicepresidente de la CSJ, expresó: "Es sin lugar a dudas el servidor público de primera línea que más estuvo en el Gobierno. Estuvo casi 40 años en diferentes instituciones del Estado. Era un facilitador de las cosas, creía que todo tenía arreglo. Conocí a Guayo  desde la época del colegio. Desde la época estudiantil se caracterizó por un alto espíritu de servicio público".  

miércoles, 22 de febrero de 2023

ARRANCANDO LA RAIZ DE AMARGURA

Por Joaquín Rivera Larios                                    



No dejes que crezca la amargura en tu corazón, hay que purificar y limpiar la conciencia, para poder ver la gloria de Dios. El hermano Toby Jr. dice que la amargura es el sellador que Satanás aplica en el corazón de toda persona, para que ésta no disfrute las bendiciones de Dios.

Amargura procede una palabra que significa punzar, hace alusión a una carga pesada estrechamente conectada con sentimientos profundos. La palabra amargura significa: Aflicción, sinsabor, disgusto, pesadumbre, melancolía, resentimiento que desemboca en tristeza.
                                  
                                                

  
                
Es una planta que se alimenta de celos, contiendas, disensiones, malos pensamientos, malos deseos (de venganza). Se convierte conforme se arraiga en un estilo de vida, una forma de responder a los estímulos del entorno, cuando nos ofenden, cuando somos víctimas de una situación difícil o injusta. No importa si la ofensa es intencional o no.

Este estilo de vida está determinado por un cúmulo de emociones y conductas negativas que son inherentes a la amargura, a saber: autocompasión, sentimientos heridos, enojo, frustración angustia, resentimiento, rencor, venganza, envidia, calumnia, chismes, la paranoia, cinismo, orgullo herido. 
                                                


Hay que derrotar el espíritu escarnecedor, rencilloso, es decir evitar hasta donde sea posible la contienda, riña o reyerta, porque nos roban la paz interior. El hecho de no tomar justicia por nuestra propia mano, no solo es una exigencia de  las leyes terrenales, si no también de la sagrada Biblia que establece en Romanos 12: 19: “No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”.

El pecado de la falta de perdón que se vuelve más dañino cuando más se prolonga, desata un ciclo venenoso y maléfico que se manifiesta en fases progresivas: Ofensa, Falta de perdón, Resentimiento, Raíz de amargura, Odio, Cauterización de la conciencia. De ahí que el perdón debe activarse rápidamente, no por el bien del ofensor, sino por la sanidad moral y la liberación de quien recibió la ofensa.
                                                 

 


La amargura nos vuelve irascibles e intolerantes, contamina nuestra conversación y consecuentemente la atmósfera que nos rodea, ya que nuestros relatos son dominados por la ofensa que injustamente hemos sufrido, al punto extremo que a veces quisiéramos que el ofensor llegara a pedirnos perdón y se arrepintiera.

A veces sentimos que la vida nos debe, que no recibimos los reconocimientos o las retribuciones que merecemos, que nuestro trabajo no es justipreciado, que somos ninguneados; sin embargo,  no debemos claudicar en nuestras buenas acciones, tengamos gratitud por los bienes que disfrutamos: vida, salud, libertad, familia. 
                                                       


Buda advirtió los efectos nocivos del rencor y la ira sobre quienes sufren la contaminación de estas pestes, al señalar en frases memorables: “Aferrarte a la ira es como agarrar un carbón ardiente con la intención de tirárselo a otra persona; tú eres quien terminará quemado” y “ el resentimiento es como tomar veneno y esperar que la otra persona muera”.
                
La ira contenida se manifiesta como dureza y severidad y con frecuencia se descarga en contra de terceros, que no tienen nada que ver con la ofensa. Con frecuencia el rencor transciende más allá de la muerte del ofensor. La amargura también puede abrirle las puertas a la tristeza y la depresión.


                                                    

Hay que erradicar el lado negativo del orgullo, porque es un hilo conductor a la amargura. El orgullo tiene un aspecto positivo asociado a la autoestima y al amor propio. Pero hay otra vertiente vinculada a la arrogancia, la altivez, la egolatría, que nos llevan a despreciar a los demás y provocan conflictos. apóstol San Pablo escribió en su epístola a los cristianos de Efeso, lo siguiente: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, calumnias y toda malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo" (Efesios 4:31-32).




domingo, 12 de febrero de 2023

LA SUPERACIÓN DE NUESTROS LÍMITES


Por Joaquín Rivera Larios 
                       
Solemos ver la gloria pero no conocemos la historia. La superación de nuestros límites es imperiosa, en realidad la competencia debe ser con uno mismo, por ir mejorando nuestro desempeño, nuestro rendimiento día a día. Los dones que no se utilizan se pierden y deben emplearse en función de mejorar en algún sentido la vida de otros.

Es sumamente interesante la historia de superación es el caso de Nick Vujicic, el joven orador motivacional australiano, de cuarenta años de edad, sin brazos ni piernas, autor del libro "Una vida sin límites"que ahora recorre el mundo dando charlas motivacionales, quien se autodefine como un arma de inspiración que invita a soñar en grande y a nunca rendirse.
                                            



A veces el mejor método para salir del bache o para sortear un obstáculo, es tratar de mejorar tu existencia o la de otros. Sócrates dijo: "Aquel que quiera mover el mundo, deberá moverse a sí mismo primero". Nick Vujicic escribe en su citado libro: “Cuando parece que la vida no te da tregua, trata de darle tregua a alguien. Cuando algo te golpea y te tira, algo como una pérdida o una tragedia abrumadora, date tiempo para llorar y luego actúa para sacar algo bueno de la tragedia”. ( Nick Vujicic, Una vida sin límites, Inspiración para vivir completamente feliz, Editorial Aguilar, noviembre 2010, Pág. 129).

                                          
   

Es estremecedor el impacto que tuvo la entrevista de Nick en el programa chileno "Buenos días a todos", justo un día antes que pereciera en un accidente aéreo el presentador Felipe Camiroaga en el Archipiélago Juan Fernández el 2 de septiembre de 2011. Felipe se emocionó por la profunda fe en Dios del joven con discapacidad. En 2012 Nick contrajo matrimonio con Kanae Miyahara. El primer hijo del matrimonio nació en febrero de 2013 completamente sano.

                                            



Otro caso sorprendente de superación es el de Julio Iglesias, reconocido como el cantante europeo con más éxito comercial a nivel internacional hasta hoy día y uno de los diez mayores vendedores de discos en la historia de la música, habiendo vendido más de 300 millones, algo increíble si reparamos en el hecho que sufrió un grave accidente de tránsito el 22 de septiembre de 1963 (un día antes de su cumpleaños número veinte), percance que abortó su sueño de ser portero del Real Madrid.

                                                

Fue un enfermero y amigo, Eladio Magdaleno, que lo atendía en el Hospital quien le abrió el camino a la fama, al obsequiarle la primera guitara. Escribir poesías y componer canciones aliviaron su tortuoso camino a la rehabilitación de una semi parálisis, cuyo diagnóstico inicial indicaba que no volvería a caminar. 

Solo una persona que vio la muerte cara a cara, pudo componer una canción tan sencilla y compleja a la vez como “La vida sigue igual”, con la que ganó  en el Festival Internacional de la Canción de Benidorm de 1968, un tema que además de revelar la dinámica cotidiana de la vida y el sentido fugaz de la existencia individual, encierra un gran mensaje inspirador, de cara al aporte que debemos dar a las nuevas generaciones.
                                                    


Con una voluntad inquebrantable, Julio Iglesias, se empeñó por ser en todo el primero, como lo expresa en su celebre canción "Me olvide de vivir", y superó en éxito comercial y universal a voces españolas más privilegiadas y esplendorosas como las de Nino Bravo, Raphael, Camilo Sesto, Juan Bau.

Al principio de su vida artística el mismo no se consideraba un cantante, ya que buscaba en disqueras que otros interpretes cantaran sus composiciones. Me impacto cuando en una entrevista televisiva dijo: "No podía andar, corrí, no podía cantar y canté, no podía ser el más guapo y a veces lo parecí".
                                        


Julio Iglesias no solo se rehabilitó y triunfó, es el cantante español más internacional, ha vendido discos en más idiomas que ningún otro artista en la historia de la música. Se estima que durante su carrera ha ofrecido más de 5000 conciertos, también ha actuado para más de 60 millones de personas en los cinco continentes.

                                        


La primera vez que sedujo al público salvadoreño en persona fue el miércoles 23 de mayo de 1973, saludando a sus fans en Almacenes Kismet, donde firmó autógrafos de cuatro a cinco de la tarde, posteriormente se presentó en el Cine Libertad a las ocho y treinta y en el Hotel El Salvador Inter-Continental a las once de la noche. En esa misma gira también actuó en el Gimnasio Don Bosco de Guatemala, a un precio de dos quetzales.



 
También ha contribuido en causas benéficas. La noche del  sábado 28 de abril del 2001, subió al escenario del Anfiteatro de la Feria Internacional, en la capital salvadoreña, y ante miles de personas cantó, investido de su calidad de Embajador de la UNICEF, para recaudar fondos destinados a la reconstrucción del centro escolar San Isidro, municipio de Santa María Oztuma, departamento de la Paz, centro escolar dañado por el terremotos del 13 de enero de ese año, y donde una maestra murió por salvar a 25 niños de primero y segundo grados.
                                                            
                                                    
Para superar nuestros límites, hay que tener una buena actitud, contrapesar los pensamientos  negativos que nos restringen, ensanchar las estrecheces intelectuales, materiales, emocionales que nos constriñen, analizar los obstáculos o bloqueos internos o externos que nos obstruyen, enfocándonos en contrarrestar nuestras zonas erróneas. El General George Patton dijo: “El éxito es qué tan alto rebotas después de que que tocaste fondo”.








viernes, 3 de febrero de 2023

EL INOLVIDABLE TÍO GABRIEL

 Por Joaquín Rivera Larios                                     


Uno de los tíos más memorables, cuyo vacío no se logra llenar, ratificando una vez más que pertenecía una legión de hombres de otra madera. El tío José Gabriel Rivera (1933-1998) fue un hombre  visionario, emprendedor, un motivador, inspirador y organizador nato, con gran olfato para los negocios.

Era aguerrido, luchador, indoblegable, emprendedor en grado superlativo, de aquellos que modifican las circunstancias adversas a su favor, capaces de crear su propio clima. Diez ocasiones vio derrumbarse su taller de carpintería a raíz de una adicción alcohólica que no lograba exorcizar y cuando todos pensábamos que su destino estaba finiquitado, resurgía como el ave fénix con su taller, cada vez con más máquinas y más trabajadores y en locales más espaciados. 
                                             

Tío Gabriel libró una batalla personal contra la bebida que lo llevó a tener protagonismo en grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) del centro de San Salvador, y en su esfuerzo por ayudar a la sobriedad de otros, fundó un grupo de AA en  la ciudad de Guatemala denominado "Amanecer en Belén", al punto que después de su muerte llegaron a buscarlo a la casa de tía Mercedes para invitarlo a la celebración del aniversario de la fraternidad que organizó.   

Mi prima María Auxiliadora, hija de tío Gabriel, cuenta en Facebook que su papá era muy dulce y muy enojado a la vez. Todas las mañanas oraba por sus hijos (Norma, Francis Armando, Cecilia, María Auxiliadora, Roxana). Relata que hay un consejo que marcó su vida para siempre y que le ha dado mucho al buscarlo: “que nunca pidieran riqueza, sino que le pidieran a Dios sabiduría porque con ella podrían lograr todo lo que quisieran”.

Acota  María Auxiliadora que en su ignorancia de niña siempre creció deseando ser un niño, para involucrarse en el taller de carpintería  y ayudarle a trabajar a su padre. Lo veía trabajar hasta avanzada las madrugadas, entonces le barría el taller y tomaba un imán y se ponía a recoger todos los clavos y las chinches que los trabajadores se les caían.

Reseña que recuerda la hora del te o del café al mediodía. Le preguntaban ¿Papá quiere café o té? ...y él respondía con un tono suave: ”Te quiero…” Añade que le puso a un estilo de muebles que fabrica su sobrenombre “Capricho” en su honor.

Por mi parte, lo recuerdo haciendo derroche de optimismo, de jovialidad, desplegando un gran sentido de humor, una empatía y una capacidad de conversación envidiable. Hacía unas celebraciones de cumpleaños muy bonitas, me invitaba de manera muy cordial, una vez no llegué y me preguntó “¿Por qué no llegastes?, empezamos como dos horas después por estarte esperando”. Cuando tomaba era todavía más generoso, una vez me llevó a las ventas de calzado que están en el Barrio Concepción, para comprarme unos zapatos, no recuerdo porque no me los pudo comprar, pero valoro con mucha gratitud su noble intención.

Como a mí me gustaba dibujar, recuerdo que me decía “yo soy muy amigo de Carlos Saz, (un periodista que publicaba una página infantil en el Diario de Hoy), y le voy a decir que publique tus dibujos”, el ofrecimiento no se concretó, pero sus palabras me sirvieron de gran estímulo. En 1998 mi madre departió con él por última vez  en la fiesta de graduación de Luisito Vásquez, en Santiago María, Usulután, y me contaba que no paraba de contar chistes. 
   
                                 

Mi hermana Gladys traza un símil entre los hermanos: “Veo cuanta similitud había entre …mi papa y él. Para empezar ambos tenían pasión por lo que hacían y un noble corazón. Ah! pero una característica especial, ambos tenían lo ‘riveresco’ de enojón. Pero quizá papá lo tenía más acentuado”.

Ambos sufrieron el duro calvario de la orfandad, ambos se batieron solos con el mundo desde la más temprana infancia, pero ambos tenían la fe y el optimismo por coraza. En 1993 cuando visité a mi tío Gabriel para invitarlo a mi fiesta de graduación de la universidad, me dijo: “Nunca debemos sentirnos solos ni desamparados si tenemos a un Dios allá en lo alto que nos protege”.

Por residir en el mismo Barrio y por su proximidad en edad con el autor de estas líneas, fui testigo de mi primera fila de la devoción que tío Gabriel profeso a sus hijos e hijas, en especial a Norma Aracely (1967-2018) y a Francis Armando (1969-2023), cuyas existencias se apagaron en la flor de la edad. Al evocar a Francis Armando el 31 de enero de 2023, con motivo de su vela, saltó del silencio una constelación de anécdotas que iluminó la noche, mientras su imagen desde el más allá me colma de preguntas sobre los factores que propiciaron prematuramente ese viaje sin retorno.  
    
                                                      
 
            
                                        
José Gabriel Rivera fue el quinto de siete hijos de Arcadia Rivera (1904-1994) que llegaron a la edad adulta. Vio la luz por vez primera a las 22: 00 horas del 18 de marzo de 1933 en el Barrio San Jacinto de San Salvador. Abandonó la morada terrenal a las 11:00 horas del 15 de septiembre de 1998, con 65 años cumplidos, dejándonos el recuerdo de una vida trepidante, llena de altibajos, impulsada por un espíritu inquebrantable que supo zanjar la adversidad tanto en el ámbito personal como empresarial.