miércoles, 30 de agosto de 2023

UN ARTISTA EXCEPCIONAL LLAMADO "MÁGICO"

Por Joaquín Rivera Larios  

                                        

Mientras Monseñor Oscar Arnulfo Romero-el otro gran ícono salvadoreño- seguía en la espera de su beatificación en las fastuosas oficinas del Vaticano, Jorge “Mágico” González, fue canonizado por la FIFA al incorporarlo al Salón de la Fama del Futbol, en Pachuca, México, el 12 de noviembre de 2013, convirtiéndose en el primer futbolista centroamericano en recibir tan alto honor.

Justo homenaje al mejor futbolista salvadoreño de todos los tiempos, un futbolista extremadamente habilidoso, todo un artista del balón que paseó un fútbol fino, exquisito, con gran sentido estético, que nos sorprendía y encantaba con jugadas ingeniosas como la culebra macheteada, el globito, el tunelito,  los pases y centros precisos.

                                        


A pesar de que su talento desbordante no se ceñía a la disciplina que exige el deporte de alto rendimiento, le debemos gratitud por poner en alto su terruño, por hacernos visibles en el concierto en naciones, por colmarnos de orgullo y  prodigarnos tantas alegrías,  en un  país vapuleado por el dolor.  

El mito de Mágico se agiganta en la medida en que nuestro futbol experimenta un descenso en calidad y logros, quizá es la forma en que el imaginario colectivo procura suplir la agonía de tantas derrotas. Muchos esperamos en vano que un contemporáneo de Jorge o en un jugador de una generación posterior, pudiera emular sus hazañas.

                                            


En algún momento ciframos la esperanza que Ever Hernández, José Martínez, Willian Renderos Iraheta, Jorge Abrego, José Otoniel Salinas, que hicieron esporádicos goles o jugadas maradonianas,  heredaran la chistera y varita mágica,  pero su brillo  en el firmamento futbolístico nacional fue efímero o tenue, comparado con las jugadas galácticas que rubricó Jorge en las canchas. Ahora la esperanza  que surja un “nuevo Mágico” se focaliza en el joven Leonardo Menjívar, contratado con bombo y platillos por la Liga Deportiva Alajuelense.

                                            


       

La experiencia de ver jugar a “Mágico” fue única y extraordinaria. La afición quedaba extasiada. Cada jugada ofensiva con el balón en sus pies, bien sea con la casaca azul y blanco de la Selección Nacional, la tricolor del FAS, o la amarilla con azul del Cádiz, era el anunció de una preciosa obra de arte, obsequiaba pinceladas de buen fútbol que eran un verdadero premio a la vista. Era el jugador más ovacionado cuando lo presentaban en los altavoces del Estadio Cuscatlán.

                                


Varias tardes de domingo salí feliz del Estadio Cuscatlán gracias a él, cada vez que corría como gacela tras el balón, el público se emocionaba en espera de una genialidad que dejara mal parado al adversario, burlándose del más férreo defensa, cuando no dejaba burlada a toda la zaga con sus autopases. En mi mente se arremolinan las imágenes de sus jugadas espectaculares y resuenan los aplausos y las grandes ovaciones.

                                                    


Allá por 1978, cuando jugaba en el FAS, andaba en un carro deportivo, y cuando los niños lo veían se emocionaban, y el murmullo de la gente era “...vimos a Jorge, vimos a Jorge”. Transcurría el año 1979 y en la televisión se proyectaba un anuncio que decía “Jorge González, es hábil y de gran destreza, la figura del fútbol, viste con Figura, viste tú también...” Mientras el locutor narraba, se veían jugadas espectaculares, y la ovación del público. Y al final del comercial “Mágico” salía del Estadio con un traje blanco subiéndose a un vehículo deportivo, con una chica. En esa época se le llamaba “El niño de oro del fútbol salvadoreño”. Recuerdo que en ese período apareció a todo color su foto en la portada del Suplemento “Hablemos” de El Diario de Hoy.

                                            


Me impactaron las palabras del árbitro mundialista salvadoreño Joel Aguilar Chicas, quien cuenta que en un partido que le pito al Barcelona, Charl Puyol le dijo “Usted viene de la tierra del Mágico González”. Respecto a sus geniales jugadas, Diego Maradona dijo en una entrevista en San Salvador el 27 de octubre de 2006 en el preámbulo de un partido de exhibición:  “Tuve la suerte de jugar con él. Y después de ver los enganches que le pegaba a los españoles... ¡era único! Nosotros, en los entrenamientos, siempre lo queríamos imitar, pero no podíamos. Decíamos: '¿viste el gol que hizo el Mágico?'; si queríamos tirar el enganche, nos desgarrábamos todos. Es un gran tipo, se merece todo el cariño de El Salvador. Está entre los 10 mejores jugadores que yo he visto en mi vida, sin ninguna duda".

                                        


TRAYECTORIA DEPORTIVA

El "Mágico" inició sus pasos en el fútbol profesional salvadoreño a los 17 años, con el capitalino ANTEL, en 1976  jugó una  para el Independiente de San Vicente y en 1978 fue contratado por el FAS, de la occidental ciudad de Santa Ana, para el cual trabajó por mucho tiempo en distintos períodos de su vida.

                                            


Hizo su debut en el equipo santaneco el 10 de mayo de 1978, obteniendo el campeonato nacional la temporada 1978-79 y la copa de campeones de la CONCACAF el 29 de diciembre de 1979, con un equipo en el que descollaban Raúl “Avión” Casadei, David Cabrera, Manuel Jovino Álvarez, Carlos Humberto Recinos, Nicolás Orlando Chávez,  bajo la conducción de José Eugenio “Chepito” Castro.  

                                            


González integró la selección nacional que participó en la Hexagonal de México 1977, brilló en la Hexagonal de Honduras 1981, en la que se logró la clasificación al Mundial España'82, evento en el que si bien El Salvador entró en el negativo récord histórico por el 10-1 obtenido ante Hungría, para el futbolista fue la vitrina que le permitió exhibir su virtuosismo en canchas españolas.

                            


Al final del Mundial, González fue nominado como el décimo mejor jugador del campeonato y luego fue contratado por el equipo español de la segunda división Cádiz F.C. para la temporada 1982-1983 y con el que jugó hasta 1991, anotando con el equipo gaditano 77 goles, muchos de ellos de antología. Tuvo un  paso fugaz  por el Real Valladolid en 1985, club para el que anotó  3 goles.

                                                





En 1991 volvió a El Salvador para fichar por el Club Deportivo FAS, donde militó hasta el 2000, obteniendo el campeonato nacional las temporadas 1994-95 y 1995-1996 de la mano del entrenador uruguayo Saúl Rivero. El 9 de febrero 1998 jugo su último partido con la Selección Nacional, jugando contra la selección de Jamaica en el marco de la Copa de Oro. Se retiró definitivamente en el 2002 jugando un par de partidos con el extinto San Salvador.



En suma, participo en cinco eliminatorias mundialistas, una Copa del Mundo, una Copa de Oro,  fue 62 veces internacional con la selección salvadoreña, marcando 21 goles, convirtiéndose así en el tercer goleador histórico de la selecta después de Raúl Ignacio Díaz Arce (39 goles) y Rodolfo Zelaya (23 goles).  

Con su retiro del futbol profesional  surgió una leyenda de "amor-odio" con los técnicos, por su indisciplina, pero también de adoración por parte de la afición, la cual  perdura  hasta ahora como lo demostró su retorno a Cádiz en febrero de 2001 cuando participó en un partido a beneficio de los damnificados por los dos terremotos que sufrió El Salvador  los días 13 de enero y 13 de febrero  ese año y en septiembre de 2022 cuando fue sujeto de un homenaje con motivo de  los 112 años de fundación del equipo gaditano.

DINASTIA DE LOS PACHINES

El prodigioso talento de  Jorge Alberto González Barillas, nacido el 13 de marzo de 1958 en San Salvador no es un fenómeno casual ni aislado. Creció en la Colonia Luz de la capital,  bajo el poderoso influjo de sus hermanos mayores quienes no solo brillaron en el firmamento futbolístico nacional, si no  que fungieron como mentores dentro y fuera de las canchas del genio que estaba por emerger. Jorge en sus genes tenía el talento, el carisma, la picardía y la chispa de “los Pachines”.  



Sus padres, Oscar González  y Victoria Barillas,  fallecidos  en su orden de 83 y 93 años los días 5 de julio de 2003 y 20 de abril de 2008, vivieron lo suficiente para saborear las mieles de los triunfos futbolísticos de sus hijos. Por cierto, doña Victoria apareció  el 28 de agosto de 2004  en el homenaje que recibió Mágico  con un partido entre ex futbolistas salvadoreños y ex futbolistas del Cádiz que finalizó 3-3. 

                                                  


En efecto, la familia conocida como la "Dinastía de los Pachines", ofreció al fútbol salvadoreño no sólo la figura del "Mágico", sino otros excelentes jugadores, sus hermanos Mauricio (1942-2018), Arturo, José, Efraín (1946-2016), Jesús (1952-2001)  y Miguel. Arturo y José jugaron en Segunda División. Tres de los cinco (Mauricio, Miguel y Jorge) descollaron  en Primera División y fueron seleccionados nacionales.

                                                


MAURICIO "PACHIN" GONZÁLEZ 

Mauricio “Pachin” González, el mayor de los siete hermanos  (apodado así por una caricatura que se puso de moda en los años 50 en el Diario Latino), vio la luz por vez primera el 13 de mayo de 1942 en San Salvador.  Como jugador debutó a los 17 años  en el fútbol salvadoreño en 1959, cuando defendió la camisa del Bolívar, de Liga B (hoy Liga de Ascenso), dando comienzo a la dinastía de los Pachines.

                                          


     

Participó en el Campeonato de Naciones de la CONCACAF  de 1963 y 1965,  tuvo un  paso por la selección   nacional entre 1961 y 1969, disputando 13 juegos oficiales y anotando seis goles. Perteneció a la Selección que participó en los Juegos Olímpicos de México 68.

Para muchos su calidad de fútbol de Mauricio “Pachin”  González,  considerado “el primer Mago”   superó el prodigioso talento de Jorge  y aunque era conocedor de los elogios que se vertían sobre él no los retomaba, pues decía  que su hermano menor “era hábil, veloz y potente”.                                                 


                

Recaló a los 19 años en el Atlético Marte en 1961, dirigido por Isaías Choto y capitaneado por Guillermo “el Loro” Castro, equipo para el que jugó nueve temporadas (1961-1968). Fue campeón con Atlético Marte en 1968, de la mano de José Santa Colomba.

                                            


También pasó por Alianza (1968-1971), Xelajú MC de Guatemala(1971-1974)  y Platense (1974-1975), donde se retiró en 1975 después de haber sido, con Gustavo “Lotario” Guerrero, de los más destacados de un equipo que en cuatro años logró salir campeón de Segunda, liga de ascenso, Primera y el torneo de Fraternidad (ganado con refuerzo de jugadores de otros equipos como David Pinho y Ademir Barbosa) y que jugaba en el estadio municipal de Zacatecoluca. Falleció el 15 de diciembre de 2018, a los 76 años de edad. 

EFRAIN “YIN” GONZALEZ BARILLAS

Efraín González Barillas, nacido en San Salvador el 1 de enero de 1946,  exdelantero de la Universidad de El Salvador (UES), Independiente y Atlético Marte, en los años 60 y 80, el quinto de los hermanos Gozalez Barillas  y uno de los principales mentores de Jorge “Mágico” González. Brillo en el Independiente de San Vicente, junto  a  “Carlanga” Rivera en el arco, Ramón “el Primi” Maradiaga y Joaquín Valencia en la media, y un ataque integrado por José María “el Mandingo” Rivas (QDDG), Ricardo “la Tuca” Gómez y su hermano Jesús González Barillas (QDDG).

                            


“Así como Jorge tenía la culebrita macheteada, Yin tenía su propia jugada, que solo él hacía y siempre le salía”. Esta finta de la que habla su hermano Mauricio, el Pachín González, se convirtió en marca registrada de Efraín. Con el balón frente al jugador, Yin pisaba la pelota y se la llevaba con el pie hacia atrás; pero con el mismo empeine la impulsaba de nuevo hacia el frente para salir jugando. “Se la hacía a cualquiera, era una habilidad especial”, dijo Pachín a la prensa.                                            


A diferencia de sus hermanos, todos delanteros o mediapunta, Yin jugaba un poco más retrasado, casi de volante de marca pero con el mismo talento nato y la picardía que sellaba el apellido González. “Jugaba de volante defensivo, era más elegante, como era delgado y flaco y se veía diferente a nosotros”, añadió Pachín. Efraín falleció el domingo 19 de septiembre de 2016, dejando nuevamente un inmenso vacío en el fútbol salvadoreño.

MIGUEL “MICA” GONZALEZ

Nacido en Salvador el 5 de mayo de 1951, “Mica”  debutó  con Alianza en 1969 a los dieciocho años de edad,  donde también jugaba su hermano Mauricio González.  En sus primeros años en Alianza la "Mica" González llegó a jugar junto a talentos como Albert Fay, "Chamba" Mariona, "Flaco" Pineda,  "Potro" Portillo el brasileño Jose Taneses, el tico Guido Alvarado entre otros. En la temporada 1972/1973 pasó a las filas del Antel, de la segunda división, consiguiendo el ascenso a la primera división en 1974.

                                                


En 1975, llegaría a las filas del  Atlético Marte donde jugaría siete  temporadas, llegando a ganar dos campeonatos en 1980 y 1982 con solo jugadores nacionales,  de la mano del técnico Armando Contreras Palma. En Atlético Marte alterno con  Carlos Cañadas como portero; Milton Campos, Jorge Peña y Ramón Fagoaga como defensores; Norberto Huezo en la zona media; y Jorge Salomón Campos como atacantes.  

                                                


Con la selección salvadoreña participaría en distintas categorías juveniles. Fue diez veces internacional con la Selección mayor, participó en la Hexagonal de Hondura en 1981, donde El Salvador conseguiría la clasificación al Mundial de España 82, pero fue excluido de la lista final del mundial debido a que los dirigentes solo enviaron una lista de veinte jugadores a la justa.

JESUS “CHUS” GONZALEZ

Nació en San Salvador  el 8 de agosto de 1952. Volante ofensivo muy encarador, poseía buen manejo del balón. Hacia unos pases milimétricos. Tirador de los penaltis, tiros libres y corners  en el Independiente.  Pateaba con los dos pies y era muy bueno para desmarcarse.  Muy callado en el equipo pero muy conversador  en lo privado.  

                                        


A principios de los ochenta “Chus” fue una pieza fundamental del mejor Independiente de San Vicente de la historia. Los Fantasmas del Jiboa como se les llamada a los jugadores del “Inde”, dirigidos por el técnico chileno Julio Escobar, rozaron la gloria en 1981, perdiendo la final el 31 de octubre de 1981 ante FAS por los penaltis, después de haber empatado 1-1. Jugó con el cuadro vicentino las temporadas 1978/1979 y 1980/1981.
                                   

Sin embargo, el fútbol fue injusto con el “Inde” en esa final del 81 . Venían de eliminar en semis a la UES y le sacaron el empate a los tigrillos 1-1, con gol de “Chus” González. En la tanda de penales, su hermano Yin sí convirtió el penal pero Chus no, otorgándole el triunfo a FAS 4-3. Jugó las temporadas 1985/1986 y 1987/1988 con el equipo de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), el cual descendió de categoría en 1985. Chus se suicidó ahorcándose en su casa en el 2001 a los 49 años de edad, como consecuencia de una decepción.

VIVENCIAS DE NIÑO AFICIONADO

En mis memorias las peripecias del “Mágico” están asociados con mi padre. Estaba por cumplir los doce años y cursaba el último mes de sexto grado en el Colegio Unión 890. En algunas ocasiones las medidas de protección impuestas por mi progenitor, me parecían demasiado severas y gravosas.

Me costó varios años entender que a mi a padre le asistía plenamente la razón, al prohibirme que fuera al Estadio, si no iba acompañado de un adulto que se hiciera formalmente responsable de mi seguridad, ya que, siendo niño, no comprendía los peligros que se ciernen en estos eventos multitudinarios. Pero muy pronto me daría cuenta.

                                    


El domingo cinco de octubre de 1980, Carlos Urquilla, un vecino, me ofreció llevarme al Estadio Cuscatlán a presenciar el partido El Salvador contra Panamá, con motivo de las Eliminatorias hacia España 82. Mi padre conocía desde hace muchos años a Urquilla, pero me dijo que me daba permiso de ir si éste se comprometía a garantizar mi seguridad. Para mi tristeza,  ese compromiso no se dio.

                                                


Ciertamente, tenía grandes deseos de ir, fundamentalmente porque en la cancha iba estar un jugador excepcional: Jorge “Mágico” González, en aquel tiempo el niño de oro del fútbol salvadoreño. Era todo un imán de taquilla. Su presencia en la alineación aseguraba un lleno rotundo.   

                                        


Y curiosamente  ese día “Mágico” tuvo una de las tardes más gloriosas de su carrera: anotó tres goles espectaculares al arquero panameño Edilberto Torres, de los cuatro con que El Salvador le ganó a Panamá 4 a 1. El primero fue anotado a los 28 minutos del primer tiempo, el segundo lo anotó José María “Mandingo” Rivas al minuto 30  y los otros dos Jorge en el segundo tiempo. 

                                                


Muy pronto comencé a entender la racionalidad que encerraban esas medidas proteccionistas adoptadas por mi progenitor, ya que al final del partido protagonizado la tarde del domingo 23 de noviembre de 1980, entre El Salvador y la temible selección de Honduras,  me salvé de milagro de caer vapuleado, al paso de una multitud eufórica que salió huyendo en estampida por el portón sur del Cuscatlán que da a la zona de sol.

                                        

Sin embargo, el resultado del partido compensó con creces el susto: la selección ganó con dos goles de excelente manufactura, uno  de “Mágico” González al minuto 9 del primer tiempo que logró incrustar la pelota en las redes de Belarmino Rivera  y otro de cabeza de  Gustavo “Lotario” Guerrero al minuto 19 de la etapa complementaria, gracias a  asistencia magistral del Mago desde la banda izquierda.

VISITA A CÁDIZ

Álvaro Rivera Larios publicó  en Facebook  en noviembre de 2018 una crónica sobre su visita a Cádiz en compañía de mi hermana Gladys y mi cuñado Mario,  explicando cómo cambio diametralmente  el trato de los gaditanos hacia ellos cuando se percataron que eran salvadoreños,  evidenciando que la fascinación  que  Mágico esparció en aquella ciudad se prolonga hasta nuestros días. He aquí su relato:  

                                


“Hemos pasado una tarde mágica en Cádiz. Y eso que empezó de forma incomoda. Le pedíamos el menú del día al camarero de un bar, pero él parecía empeñado en que consumiéramos platos de la carta. Para que se hagan una idea, el menú (dos platos más una cerveza y un café) costaba quince dólares, pero un plato aislado de la carta (sin cerveza ni café) podía costar veinte. Al final, el camarero accedió a ofrecernos lo que le pedíamos (una carne a la toro con arroz, de primero).                                                 


“Cuando puso el segundo (una ensalada de pescado), le solté por fin que éramos salvadoreños y como por arte de magia todo fue distinto. El camarero nos sonrió y dijo: Un gaditano muy famoso nació en vuestro país, el Mágico González. Varios parroquianos que escuchaban la conversación se acercaron y uno de ellos -un tipo alto, delgado y canoso-dijo que si el Mágico se presentara como candidato a la alcaldía de Cádiz, la ganaba por mayoría absoluta.

“El dueño del local acudió al llamado de los otros (Ey,Miguel, aquí hay unos paisanos del Mágico) y vino con un libro de fotografías sobre Jorge que colocó sobre la mesa. Al rato ya nos estábamos haciendo fotos con los parroquianos, el dueño del restaurante y los camareros. Y Jordi, un gaditano de origen catalán, se ofreció de cicerone para llevarnos por las calles estrechas de la Cádiz medieval.

                                      


“Ya era de noche en ese momento y aquellos callejones con tantos siglos de antigüedad se abrieron para nosotros como se abren los pasillos de una gran casa. Fue mágico. Por el camino, Jordi saludaba de vez en cuando a gente que pasaba. Cádiz es una ciudad pequeña en la que muchos vecinos se conocen. Guiados por nuestro nuevo amigo, paramos a beber vino en un par de locales que difícilmente habríamos descubierto por nuestra condición de turistas.
                                               


Al final, a eso de las nueve de la noche, Jordi nos dejó en un teatro donde había un concierto gratuito de buen flamenco. Dos cantores, un guitarrista y una bailarina. Impresionantes los cuatro e impresionante el público local que despidió de pie a los artistas palmeando con un maravilloso sentido del ritmo. De regreso al hotel, a las doce de la noche, mi hermana me dice que aquello era un milagro de dios y yo le respondo que no, que aquello era un milagro obrado por el Mágico González.”

LIBROS SOBRE  “MÁGICO”

En la red he podido describir cinco libros cuya  trama se centra en abordar el fenómeno Mágico, dos escritos por los españoles Enrique Alcina Echeverría y Eduardo de la Pascua Peña, uno por el escritor italiano Marco Marsullo   y dos por autores salvadoreños Geovani Galeas y William Carballo que abordan aspectos de su vida profesional en las canchas y tópicos sobre su peculiar y generosa personalidad en el ámbito privado.      

MAGICO GONZÁLEZ. DETRÁS DE UN GENIO”

El escritor Eduardo de la Pascua, Peña, nacido en Cádiz en 1962, aglutinó en 128 páginas que componen  el libro “Mágico González. Detrás de un genio” (Editorial Circulo Rojo, 2018)  una compilación de anécdotas de jugadores fundamentalmente  que pertenecieron al entorno cercano a Mágico los nueve años que estuvo en la ciudad gaditana, que dan cuenta de la nobleza del personaje, de su grandeza futbolística   y de su inclinación a la fiesta y a la vida nocturna, ya que entrenaron, viajaron, comieron y durmieron en la misma habitación que el astro salvadoreño.   

                                                         


“Como persona era excepcional un bohemio un futbolista enamorado del fútbol pero la persona era un tío nada suyo daba todo lo que tenía, la verdad no conozco a nadie que pueda hablar mal del Mago como persona, como futbolista no tengo nada que decir, lo dice Maradona, todo el mundo”, comentó Eduardo de la Pascua, al programa El Chiringuito, que cubrió la presentación del libro.

SAN MAGO, PATRON DEL ESTADIO

"San Mago, patrón del estadio" (2003), con este nombre tituló el escritor salvadoreño Geovani Galeas una obra de teatro sobre la figura de Jorge González. La dirección y puesta en escena en el teatro Presidente se encargó a Fernando Umaña . En ella, aparecían distintos personajes: prostitutas, camareros de salas de fiesta, periodistas, que esperaban la llegada de Mágico relatando anécdotas de su trayectoria deportiva y las consabidas andanzas de su vida privada. Al final, Jorge no aparecía, se escabullía también en la ficción.                                                 



Galeas dijo a ACAN-EFE  el 11 de septiembre de 2003  que González "es un ser excepcional en muchos sentidos, no sólo como futbolista, sino por su honestidad, honradez, generosidad y humildad. Un auténtico poeta del silencio, que sólo puede ser comparado con los míticos orientales".

EL MAGO Y EL BEATO

“El Mago y el Beato. Ensayo sobre dos íconos culturales de un país de pocos íconos”, escrito por William Carballo (Colon, La Libertad, 1979), editado por la Dirección de Publicaciones e Impresos del Ministerio de Cultura, 2018. Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Jorge “Mágico” González, dos testimonio de vida antagónicos, dispares, pero tienen en común que concitan multitudes, despiertan pasiones y desde luego controversias y sobre todo, son personajes insignias, emblemáticos, que constituyen un puente de El Salvador con el mundo. Esta obra ganó los XXVI los Juegos Florales de San Vicente en la rama Ensayo.

                                            


MÁGICO GONZÁLEZ, EL GENIO QUE  QUERIA DIVERTIRSE        

Obra del autor Marcos Marsullo (Napoles, Italia, 1985), publicado por  Altamarea Ediciones 2019. Según su presentación este libro no es una biografía, no es una mera sucesión de episodios cronológicos, tampoco una investigación periodística. Es un homenaje a la persona que se escondía detrás del futbolista, una mirada fascinante y cargada de sensibilidad a la batalla entre fama y melancolía, diversión y tristeza. 

El libro es un recorrido por la psicología del Mágico para auscultar sus miedos, fuera de los terrenos de juego, para descifrar si ese ánimo de refugiarse en las entrañas de las noches gaditanas rodeado de mujeres responde al pánico que lo agobiaba a a quedarse sin un conejo en la chistera, sin regates y sin amor.



                    

MÁGICO GONZÁLEZ. LA LEYENDA  

El ídolo cadista ha sido el protagonista del último libro de veterano periodista gaditano Enrique Alcina Echeverria (Cádiz, España, 1963) que bajo el título “Mágico González, la Leyenda”, publicado el 2015 por Editorial Dalya, repasa la etapa del astro salvadoreño en el equipo amarillo. La publicación, escrita con ingenio y fluidez, viaja por el recuerdo y la épica de Mágico González y reúne anécdotas, fotos y recuerdos del jugador y de un equipo que hizo historia en una década memorable.

                                    


martes, 8 de agosto de 2023

EL INTELECTUAL QUE LLEGÓ A SER PRESIDENTE

Por Joaquín Rivera Larios



El expresidente José María Lemus López nació en el departamento de la Unión el 22 de julio 1911, hijo de Dominga López, originaria de Nuevo Ocotepeque, Honduras y de José María Lemus, salvadoreño, profesor de primaria. Contrajo nupcias con Coralia Párraga en 1947(un año antes del golpe de Estado del 14 de diciembre de 1948), con quien procreó 7 hijos: Ana Margarita, María Cristina, Carmen, José María, Julio, Orlando y José Rodrigo.

                                        

En mis visitas a la Escuela Militar Capitán General Gerardo Barrios solía detenerme a ver el Cuadro de Honor histórico desde la primera promoción en 1930 y la galería de directores de la dicha Escuela desde 1927, año en que principia la cuarta época de mencionado centro de formación. Me llamaba la atención que de los diez presidentes militares que tuvimos desde 1931, solo dos aparecían como primera antiguedad: José María Lemus en 1933 y Arturo Armando Molina en 1949.

                         
    
                                        
Decir primera antiguedad en la milicia se oye fácil, pero no lo es si tomamos en cuenta el compendio de capacidades y habilidades que se exige a un cadete. El proceso de formación del cadete conlleva arduas evaluaciones físicas, conductuales y académicas. El cadete debe saber dosificar sus fuerzas para tener un optimo desempeño en esas tres asignaturas.
                                                



Siendo un oficial brillante, no me explicaba por qué su familia no acepto el ofrecimiento del gobierno de Alfredo Cristiani de sepultar al ex gobernante con honores de jefe de Estado, cuando ocurrió su deceso el día 31 de marzo de 1993, en San José, Costa Rica. Lemus fue derrocado por por un Golpe de Estado el 26 de octubre de 1960, llamado “el golpe de los compadres”. Una entrevista que el Mayor Ernesto García le hace a la ex primera Dama Coralia Párraga, adelante relacionada, explica en alguna medida esta negativa.

                                    


ASCENSOS MILITARES

A Subteniente, el 20 de octubre de 1933; a Teniente, el 29 de septiembre de 1936; a Capitán, el 29 de marzo de 1940; a Capitán Mayor, el 3 de abril de 1945; a Teniente Coronel, el 5 de abril de 1952.En suma, hizo su carrera militar de 1933 a 1952.

                                        


CONTROVERSIA SOBRE LA NACIONALIDAD

La oposición política desplegó su artillería en cuestionarle su nacionalidad, al alegar que había nacido en Honduras y no en El Salvador. Como respuesta, varios intelectuales del régimen, entre ellos el educador e investigador histórico Jorge Lardé y Larín, salieron en medios y difundieron una partida de nacimiento, asentada en el Barrio Honduras del puerto de La Unión. La cosa no convenció a muchas personas, pero sí a las suficientes como para lograr un nuevo triunfo del PRUD y el inicio de su segundo sexenio al frente del Ejecutivo nacional. (Rey Prendes Julio Adolfo, De la Dictadura Militar a la Democracia, II Edición, Págs. 86 y 87)

                                            


DOTES INTELECTUALES

José María Lemus, egresó cuando tenía 22 años como Primera Antiguedad de la IV Promoción de la Escuela Militar (1933). En esa época la escuela estaba ubicada en la antigua Finca Modelo, donde funcionó el Parque Zoológico. Wikipedia lo describe como un brillante militar e intelectual, destacó por su don de entender a la gente y fue ampliamente reconocido estatal, internacional, regional y mundialmente.

                                                            


De 1926 a 1929 trabajo como escribiente en la Capitanía de la Guardia Nacional en Suchitoto, departamento de Cabañas. Estando en este cuerpo de seguridad, inició las gestiones de ingreso en la escuela castrense, para ello el general Jesús Bran, director de la Guardia, exhortó a los camaradas a contribuir con su óbolo para su ingreso “será un principio para la formación de un hombre que bien puede llegar a ser mañana el heraldo de un nuevo espíritu”. Con esos respaldos se educó Lemus, luego por las calificaciones obtenidas pudo escoger su destino: pidió desde luego un cargo en la Guardia.

                                                                              

 
    
Por su talante académico, el Capitán José María Lemus fue comisionado a mediados de 1944 juntos con los Capitanes Adolfo Rubio Melhado, Jorge Tenorio, José Oscar Adán Bolaños y otros, para que editara los periódicos "La verdad desnuda" y "El Combatiente" que defendían al ejército a la luz pública. Una vez tirada cada edición los oficiales se encargaban de distribuirla a los regimientos de la república y la capital. (Jorge Arias Gómez, El golpe del 21 de octubre de 1944, Revista La Universidad, Pág. 54)

                                            


Roberto Turcios sostiene que entre los presidentes salvadoreños, Lemus ha sido uno de los militares con más inclinaciones intelectuales y con el mayor número de membresías institucionales. Es de los que más-o el que más-empeño puso en dejar plasmado su pensamiento en obras de contenido diverso; con un estilo formalista, él escribió sobre significado social de Don Bosco, la ética militar, los planteamientos de Martí, la vida de Carlos V y las orientaciones de Bolívar.             
                                                


Al presentarse como candidato presidencial en 1956, su propaganda destacaba que era miembro del Ateneo y presidente de la Sociedad Bolivariana. Desempeñó varios cargos en la Guardia Nacional y en la Fuerza Armada, entre ellos, los de director de revistas, profesor y jurado examinador.



                                        


Según el periodista peruano Eleodoro Ventocilla, quien fue autor de una biografía de Lemus, éste tradujo del francés un ensayo de André Maurois, novelista, ensayista y capitán del ejército francés durante la II Guerra Mundial, y lo presentó en una de las publicaciones del ejército.
                                                  

 
                
                                                            
El periodista peruano destacó la participación del gobernante salvadoreño en la Cumbre Presidencial, convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA) los días 21 y 22 de julio de 1956 en la capital Panamá, aun cuando no había asumido el máxima magistratura, considerando Roberto Turcios en el libro “Rebelión San Salvador 1960”(2017), que es probable que aquel sobresaliera de manera natural en el evento, porque era conocedor y admirador de Simón Bolívar.
 


La reunión en Panamá conmemoraba el Congreso Anfictiónico realizado en 1826 y contó con la participación de 19 presidentes, entre ellos Dwight D. Eisenhower de Estados Unidos, Fulgencio Batista de Cuba, Anastasio Somoza García de Nicaragua, Marcos Pérez Jiménez de Venezuela, Carlos Castillo Armas de Guatemala,  Alfredo Stroessner de Paraguay.  (Véase Roberto Turcios, Rebelión San Salvador 1960, Ministerio de Educación 2017, Pags.69 y 70)







GABINETE DE GOBIERNO

Su gabinete de gobierno fue calificado de brillante. Estuvo integrado así: Ministro de Relaciones Exteriores Dr. Alfredo Ortiz Mancía, y como subsecretario Dr. Alfredo Martínez Moreno; Ministro De Economía Dr. Alfonso Rochac, y contador Antonio Serrano Langlois, subsecretario; Ministro de Hacienda Dr. Humberto Costa, y Subsecretario, Antonio Escobar Fratti; Ministro del Interior Luis Rivas Palacios, y subsecretario Romero Aurora; Ministro de Cultura, Dr. Mauricio Guzman, y subsecretario, profesor Jorge Lardé y Larin; Ministro de Defensa, Cnel. Adán Parada, y subsecretario Cnel. José Joaquín Chacón; Ministro de Trabajo, Dr. Ramón Ávila Agacio y subsecretario Dr. Salvador Alemán Echeverría; Ministro de Agricultura, don Federico García Prieto, y subsecretario Ing. Mario Pacheco; Ministro de Salud Dr. Victor Manuel Sutter, Subsecretario Dr. Mauricio Ponce; Ministro de Obras Públicas, Ing. Roberto Parker y subsecretario Ing. Jorge Guzman Trigueros.

                                


SINOPSIS DE SU GOBIERNO

Llegó al poder impulsado por su antecesor Oscar Osorio (1950-1956), postulado por el Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD). Su gobierno, de carácter liberal, permitió el regreso de exiliados y la liberación de numerosos presos políticos, con la derogatoria de la Ley de Defensa del Orden Democrático y Constitucional del 5 de diciembre de 1952. 
                                            


El coronel Lemus profundizó en la vía reformista de su antecesor, aunque a la potestad el gobierno que presidió acabaría reprimiendo los movimientos populares que él mismo gobernante había estimulado con la apertura de espacios democráticos al principio de su mandato, lo que permitió el crecimiento de los sectores sindicales y la oposición.
                            

                    

Librepensador, impulsó la educación de las clases más bajas del país, apoyó las organizaciones sociales, sobre todo de mujeres y de bienestar social como la Cruz Roja Salvadoreña. Fomentó la educación de los soldados y realzó el orgullo militar. Promovió una política de desarrollo industrial nacional, cobrando vida el lema: “Consuma lo que el país produce”.

                                            


No pudo continuar las políticas de moderada reforma social de su antecesor, Óscar Osorio, por la reducción de los ingresos gubernamentales ante la caída de los precios del café, lo que generó malestar y protestas populares.
                                            


Encontrándose de Ministro de Justicia, el Dr. Rafael Antonio Carballo, se promulgó la Ley de Inquilinato el 18 de febrero de 1958, todavía en vigencia,  con la que se pretendía regular aumentos de renta, plazo de propietarios para hacer contratos a quienes alquilan propiedades y multas por no formalizar contratos de arrendamiento al inicio de alquiler de casas.

VISITA OFICIAL A ESTADOS UNIDOS

El Gobierno anunció con bombo y platillo la visita a Washington D.C. que hizo el presidente Lemus del 9 al 21 de marzo de 1959 para reunirse con el Presidente de Estados Unidos, Dwght D. Eisenhower. Se considera esta visita como la primera que hace un presidente salvadoreño respondiendo a una invitación de aquella nación. El único antecedente de un encuentro similar tuvo lugar en 1884 cuando el presidente Rafael Zaldivar se reunió con el presidente estadounidense, Chester Alan Arthur en la mansión presidencial. 
     
 
                                    


La comitiva oficial que lo acompañó estuvo integrada por: Alfredo Ortíz Mancía, Alfonso Rochac, Roberto A. Parker, Manuel de J. Cordova, Rafael Meza Ayau, Tomás Regalado, Francisco de Sola, Héctor David Castro, Miguel Rafael Urquía, Jorge Sol Castellanos, Roberto A. Quiroz y José Carlos Ruiz.

                                                    



EL GOLPE DE ESTADO

El teniente Coronel Lemus que ejercía el poder desde el catorce de septiembre de 1956 fue sacado de casa en la Avenida Olímpica frente al ahora desparecido Cine Deluxe y llevado al sótano de la Policía de Hacienda juntamente con el mayor Adolfo Rubio Melhado, Secretario General de la Presidencia, a quien los golpistas también sacaron de su casa y los llevaron al sótano de la Policía de Hacienda, de la cual era Director el Coronel Miguel Ángel Castillo.



De acuerdo a informes posteriores el plan de los golpistas era asesinarlos en la policía, pero un militar que participó en el derrocamiento les aconsejó que no lo hicieran y fue así como llevaron a Lemus y a Rubio Melhado al Aeropuerto de Ilopango, enviándolos a Costa Rica en la mañana del 26 de octubre de 1960 cuando los grupos antilemusistas se lanzaban a la calle para celebrar la caída de Lemus (Diario El Mundo, “Muere en San José Cnel. José María Lemus; sepultado hoy”, 1 de abril de 1993, Pág.32)

ENTREVISTA A EX PRIMERA DAMA

La interrogante por qué la familia no aceptó sepultarlo en El Salvador, con honores de jefe de Estado, se dilucida en una reveladora entrevista que aparece en la red titulada “La verdad del golpe de los compadres” realizada por el mayor Ernesto García a la ex Primera Dama de la República, doña Coralia Párraga de Lemus (1927-2011), en la cual explica cómo el Presidente y ella fueron golpeados con motivo del derrocamiento.

                                        

Al respecto narró que para culminar el plan insurreccional de los traidores, la madrugada del 26 de octubre de 1960, un grupo de agentes se hizo presente a la casa de habitación del Presidente Lemus, y después de haber despertado a la familia y ya dentro del inmueble conminaron al gobernante para que se diera preso. El ex Presidente Lemus estaba en pijamas, no permitiéndole cambiarse de ropa. Lo tomaron bruscamente y después de propinarse tremenda paliza, fue obligado a acompañarlos.
                                            


Refirió que el Mayor Escamilla se dirigió a ella, encontrándose en bata, y al notar que ella intentaba intervenir en defensa de su esposo, la tomó del pelo y la arrojó contra el suelo, reduciéndola a la impotencia. Ella recibió en su cuerpo fuertes golpes adicionales, que le dejaron moretones.
                                                

                                                            
Acotó que su esposo durante el gobierno del Coronel Julio Adalberto Rivera quiso asistir a una fiesta de la Guardia Nacional, pero fue forzado a abandonar el país vía la Frontera El Amatillo. De ahí que nunca más regreso.



                                                    

Además, relató que el presidente Arturo Armando Molina quiso enmendar el agravio, enviándole un avión, para que volviera al país, con motivo de la celebración del 75 Aniversario de la Guardia Nacional. La ex Primera Dama confirma la tesis del "Golpe de los compadres", ya que se considera que gente leal al Coronel Oscar Osorio fue la que fraguó el complot. Debemos agradecer a doña Coralia la donación de tantos objetos personales del ex Presidente al Museo Militar.

JUNTA CIVICO MILITAR QUE LE SUCEDIÓ

La Junta que se organizó al deponer a Lemus la integraron los coroneles Miguel Ángel Castillo y César Yanes Urías, el Mayor Rubén Alonso Rosales, con los civiles Ricardo Falla Cáceres, René Fortin Magaña y Fabio Castillo Figueroa, que solo duraron en los puestos tres meses, ya que el 25 de enero de 1961, fueron depuestos por otro golpe militar encabezado por los coroneles Julio Adalberto Rivera, Anibal Portillo y los civiles Feliciano Avelar, José Antonio Rodríguez Porth y Francisco Valiente que integrarían el Directorio Cívico Militar, al que siguió el gobierno de Rivera.



                                                            


EXILIO EN HEREDIA

El costarricense Manrique Álvarez Rojas escribió en la página “Nuestro El Salvador de antaño”: “Siendo de Heredia (Costa Rica) conocí a don José María, una persona muy seria pero agradable; manejaba por todo lado su automóvil, supe mucho tiempo después que era un ex presidente de El Salvador. Vivía tranquilamente con su familia en San Joaquín de Flores, tenía una hermosa y céntrica casa con grandes zonas verdes. En sus últimos años pasó una situación muy desagradable cuando un par de perros se brincaron la cerca de su patio trasero y atacaron de muerte a un vendedor ambulante de frutas. Sin esperar la orden judicial, con gran pesar, el señor Lemus sacrificó personal e inmediatamente sus finos animales; además indemnizo a la familia doliente con todos los alcances que la ley exigía para ese hecho. Se miraba mucha tristeza en su cara por lo sucedido con el vendedor, poco tiempo después falleció. En lo que a mi respecta, una buena persona”.

                                    



En su página en Facebook Manrique Álvarez hace una semblanza de su amigo Mario Venegas, propietario de la Joyería Cuarta Avenida, fundada en 1968 y al referirse a uno de los visitantes de la misma puntualiza: “Allí escuché muchas veces al presidente derrocado de El Salvador coronel José María Lemus López, quien residía en San Joaquín de Flores (Heredia) y era gran amigo de Mario, a través de su agradable trato conocí su historia y su lucha truncada por hacer de El Salvador un país mejor y más justo”.

                                



A través de audios que me compartió, Álvarez Rojas añadió que la familia Lemus tenía una casa muy grande de una manzana en una zona muy bonita y tranquila de Heredia y alguna vez vio la silla presidencial de El Salvador en una exhibición, que el expresidente manejaba su carro Toyota Crown 1975 blanco (era la línea más cara de Toyota en esa época), sin ningún tipo de protección. Andaba un perrito pequinés en su auto. 
                    

EL CASO DE LOS PERROS

Diario El Mundo en su edición del 1 de abril del 1993 Pág. 32 da cuenta que la diabetes que aquejaba al expresidente Lemus se agudizó con el caso de los perros, ya que fue tratado como un delincuente junto a su esposa por ser dueños de animales que escaparon de la propiedad del matrimonio y dieron muerte a una persona. Se dice que la Jueza del caso llegó con testigos a San Joaquín de Flores donde residía Lemus, a quien encontró en una silla de ruedas, pero esto no impidió que se le notificara la decisión de sancionarlo, después de que él había indemnizado a la víctima de los perros, pero un abogado apareció reclamando más. 
                                         
                                             

   
     
                
                                                            

MUERTE

El ex gobernante falleció a las cinco de la mañana del 31 de marzo de 1993, a la edad de 82 años en una clínica privada de San José, Costa Rica, a causa de leucemia que le fue diagnosticada en diciembre del año anterior, a la vez que la diabetes que padecía desde hacía dos años y medio se había agudizado. Los funerales del extinto se llevaron a cabo al día siguiente en San José, partiendo de la Funeraria “Jardines del Recuerdo”.