
El teniente Julio Adalberto Rivera Carballo comenzó su carrera política en el fallido movimiento del 2 de abril de 1944 que buscaba derrocar al dictador, general Maximiliano Hernández Martínez (1882-1966), en el poder desde diciembre de 1931.
Hizo estudios primarios en planteles escolares de Zacatecoluca, Colegio Bautista de Santa Ana y en el Instituto Nacional Gral. Francisco Menéndez, de San Salvador. Ingresó a la Escuela Militar en 1939 y se graduó de Subteniente en la promoción de 1944. Ya de Coronel, Rivera fue becado para estudiar en 1954 en la Escuela Superior de Guerra Italia. Álvaro Magaña, también con beca, estudió finanzas en la Universidad de Roma.
En 1950 fue nombrado Jefe del Departamento de Seguridad Pública del Ministerio de Defensa. Fue Director de la Escuela de Comando y Estado Mayor “Dr. Manuel Enrique Araujo”.
Julio Adalberto Rivera Carballo nació en Zacatecoluca, departamento de La Paz el 2 de septiembre de 1921. Estuvo casado con Berta Castañeda de Rivera. Sus padres fueron Salvador Rivera y Mercedes Carballo de Rivera.
Julio Adalberto Rivera Carballo nació en Zacatecoluca, departamento de La Paz el 2 de septiembre de 1921. Estuvo casado con Berta Castañeda de Rivera. Sus padres fueron Salvador Rivera y Mercedes Carballo de Rivera.
CONDENADO A MUERTE
Las noticias periodísticas de la época informaron que Rivera junto a otros militares fueron sometidos a consejo de guerra el domingo 9 de abril de 1944, a raíz del conato de insurrección del 2 de abril de 1944, siendo condenado a muerte.

Los defendieron abogados como Antonio Rodríguez Porth, Damián Rosales y Rosales y Jorge Castro Peña, entre otros. Se salvaron de morir, además de Rivera, Pedro Andrés Iraheta, Daniel Guevara Paíz y Alfonso Salguero Buitrago.

Formó parte de la expedición que invadió El Salvador en diciembre de 1944, bajo el régimen de Osmín Aguirre y Salinas. Lo acompañaba en esa expedición, su amigo de siempre Álvaro Magaña (1925-2001), quien también llegó a ser Presidente de la República.
El doctor Carlos Armando Domínguez refirió en su libro “Datos para una biografía, Julio A. Rivera” que “después de varios años de exilio en Guatemala y México, Rivera regresó a El Salvador cuando ya era Presidente de la República el general Salvador Castaneda Castro. Se radicó en su ciudad natal, Zacatecoluca, en donde fue obligado, por la policía local a firmar un libro, diariamente, es decir tener la ciudad por cárcel”.
DIRECTORIO CIVICO MILITAR
El 25 de enero de 1961, un "Directorio Cívico-Militar" derrocó a una Junta de Gobierno que solo duró en el poder tres meses y asumió la conducción del país. El nuevo directorio estaba conformado por los coroneles Aníbal Portillo y Julio Adalberto Rivera, los abogados Feliciano Avelar y José Antonio Rodríguez Porth y el médico José Francisco Valiente.
El Directorio justifico su “Golpe” con la Proclama del 25 de enero de 1961, sosteniendo: “A raíz del movimiento del 26 de octubre de 1960, fuerzas disociadoras se mantuvieron en toda la República, en el plan de agitación para socavar y destruir las instituciones patrias, agravando la situación económica al elevar el índice de desocupación urbana y rural”.
POSTULACIÓN A LA PRESIDENCIA
Rivera renunció del Directorio Cívico Militar el 11 de septiembre del 1961 y pasó a convertirse en candidato a la Presidencia por el recién fundado Partido de Conciliación Nacional (PCN).
El PCN celebró su convención en el cine Avenida, de San Salvador, donde fue postulado el ya Teniente Coronel Rivera para la candidatura presidencial siendo su compañero de fórmula para la vicepresidencia el Dr. Francisco Roberto Lima, que en ese momento se desempeñaba como embajador de El Salvador, en Washington, Estados Unidos.
La convención fue transmitida por las emisoras YSU, YSKL, YSC, YSAR y YSU Televisión Canal 4. Por la tarde de ese día se exhibieron en el cine Avenida las películas La Ley del hampa, con Clif Robertson y El valle de los dragones, con Cesare Donovan.
POPULARIDAD DEL PRESIDENTE
El 1 de julio de 1962, luego de postularse como candidato único por el partido de Conciliación Nacional (PCN), el cual fundó, asumió la presidencia en ceremonia que se realizó en el Gimnasio Nacional y pronto adquirió gran popularidad, probablemente mayor que la de cualquier otro mandatario precedente. El vicepresidente fue el reconocido abogado Francisco Roberto Lima (1917-2008).
Cuenta Waldo Chávez Velasco en una breve crónica sobre Rivera que a Casa Presidencial llegaba en camisa, manejando su motocicleta. Jamás se le ocurrió hacerse acompañar de seguridad o llevar motorizados que pararan el tráfico para dejarlo pasar. Cuando iba a ver encuentros de futbol, se sentaba en los graderíos de sol y la gente lo vitoreaba.
Refiere, además, que era común verlo en las madrugadas tomando atol “Shuco” en la Plaza 14 de Julio o en las afueras del Hospital Rosales y platicando con los salvadoreños que se encontraban en los alrededores. Nunca anduvo seguridad personal y en horas no laborales se conducía en Volks Wagen “escarabajo” o en su moto Harley Davidson de 1000 cc.
Un comentario vertido en la red por la doctora María Julia Castillo Rodas, ex Presidenta de la Asamblea Legislativa, fallecida en agosto de 2016, refleja esa popularidad: "Sí..Lo conocí en Washington, acompañaba una enfermita al Hospital Walter Reed. Era apuestísimo, altísimo, gentil, era guapo. En su época el candidato circulaba en su moto Harley Davidson solo y se paraba en la cuneta a platicar con las vendedoras ambulantes. Robaba corazones."
PERFIL DEL GOBERNANTE
El doctor Carlos Armando Domínguez, biógrafo de Rivera, que fue nombrado Secretario General de la Presidencia, describió a Rivera como un “hombre corpulento; medía un metro ochenta y cinco centímetros y pesaba más de doscientas libras. Piel morena y ojos pequeños que se escondían al reír. De gran capacidad intelectual… llegó a ser un buen orador e improvisaba con facilidad. Amigo de la austeridad. Cuidaba el dinero del erario como lo hacía con el propio. No autorizaba la salida de los ministros fuera del país, a reuniones sin importancia. Prohibió que los vehículos nacionales circularan los domingos o que se ocuparan para asuntos particulares. Su carro oficial fue el mismo durante 5 años”.
PERFIL DEL GOBERNANTE
El doctor Carlos Armando Domínguez, biógrafo de Rivera, que fue nombrado Secretario General de la Presidencia, describió a Rivera como un “hombre corpulento; medía un metro ochenta y cinco centímetros y pesaba más de doscientas libras. Piel morena y ojos pequeños que se escondían al reír. De gran capacidad intelectual… llegó a ser un buen orador e improvisaba con facilidad. Amigo de la austeridad. Cuidaba el dinero del erario como lo hacía con el propio. No autorizaba la salida de los ministros fuera del país, a reuniones sin importancia. Prohibió que los vehículos nacionales circularan los domingos o que se ocuparan para asuntos particulares. Su carro oficial fue el mismo durante 5 años”.
GABINETE DE GOBIERNO
El gabinete del presidente Rivera estaba compuesto de los ministros y subsecretarios siguientes: en Relaciones Exteriores, el doctor Héctor Escobar Serrano y don Roberto Gallardo; en el Interior, el coronel Fidel Sánchez Hernández y el doctor Francisco Arturo Samayoa; en Justicia, el doctor Álvaro Merino y el doctor Francisco Armando Arias; en Hacienda, el doctor Heriberto Bernal hijo y el doctor Roberto Hernández Segura; en Economía, el ingeniero Salvador Jáuregui y el licenciado Francisco Arguello Escolán; en Defensa, el coronel Marco Aurelio Zacapa y el teniente coronel Joaquín Zaldivar; en Educación, el profesor Ernesto Revelo Borja y el profesor Carlos Lovato; en Trabajo y Previsión Social, el doctor Alberto Ulloa Castro y el sindicalista Rafael Rodríguez González; en Agricultura y Ganadería, el ingeniero Mario Sol hijo y don Tomás Vilanova; en Salud Pública y Asistencia Social, el doctor Ernesto R. Lima y el doctor Mario Romero Alvergue y en Obras Públicas, el ingeniero Julio Noltenius y el arquitecto Hans Bodewig.

Los nombramientos de los secretarios de la Presidencia recayeron, en la Secretaría General, el doctor Carlos Armando Domínguez, en la Privada, el doctor Roberto Morán López, en la Particular el doctor Humberto Guillermo Cuestas y en la de Información, el periodista Carlos Arturo Imendia.
GOBIERNO
Durante su administración pública se creó la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN), con el objetivo de dotar de un organismo de apoyo popular de masas al Partido de Conciliación Nacional (PCN), que lo había llevado al poder. ORDEN se convertiría en un poderoso organismo y su gobierno fue paramilitar de represión oficial.

También se creó la Agencia Nacional de Seguridad de El Salvador (ANSESAL), un organismo de inteligencia controlado por los militares y que rendía cuentas sólo al Presidente de la República.
Tanto ORDEN como ANSESAL fueron fundadas por el general José Alberto Medrano (1917-1985), jefe de inteligencia y luego director de la Guardia Nacional, durante el gobierno de Fidel Sánchez Hernández, señalado como el creador de los escuadrones de la muerte a principios de los años sesenta.
Aunque era un anticomunista declarado, Rivera pareció aceptar el argumento de la administración Kennedy de que la mejor manera de derrotar al comunismo era atacar la pobreza, la injusticia y la tiranía en casa.
Partidario de la Alianza para el Progreso, iniciativa promovida por John F. Kennedy (1917-1963), Rivera inició una serie de reformas significativas en El Salvador, incluido un salario mínimo rural. También liberalizó el sistema político, una política que fomentó el desarrollo de partidos de oposición.
Al impulsar reformas a pesar de las objeciones conservadoras, Rivera se benefició del rápido crecimiento económico del país a principios de los años sesenta. Sin embargo, más tarde una crisis económica causó problemas a su sucesor elegido personalmente, el coronel Fidel Sánchez Hernández (1967-1972).
Durante su gobierno los precios y la exportación del café se mantuvieron estables, Julio Adalberto Rivera crearía obras importantes para el país, como la construcción de represas, carreteras y se crearía instituciones para la modernización del estado. Rivera también estimuló la productividad del agro, principalmente en los subsectores como el algodón y el ganado bovino.
Bajo su gobierno se propició la integración económica y comercial de Centroamérica; y se inició el proceso de industrialización, dando estímulos fiscales a la exportación y a las industrias nacionales. En ese contexto, inauguró el 5 de noviembre de 1965 la I Feria Internacional en San Salvador.
También impulsaría en la Asamblea Legislativa una de las reformas legales más profundas en el sistema político salvadoreño, que consistió en una Ley Electoral que abrió espacios políticos a los partidos de oposición mediante la representación proporcional en la Asamblea Legislativa.
Ese Gobierno llevó a cabo también una reforma social caracterizada por programas de alfabetización y atención médica, labores de acción cívica con la fuerza armada, reparto de alimentos y ropa, y construcción de canchas deportivas. Al gobierno de Rivera se le debe la creación del Mercado Común Centroamericano.
Fundó la Televisión Educativa y la Administración Nacional de Telecomunicaciones (ANTEL). Se creo la apertura de las universidades privadas con su propia ley y fundó la Ciudad Normal de San Andrés.
Hizo avanzar a la aviación salvadoreña a la “Era del Jet”, agradando la pista del Aeropuerto de Ilopango. Por medio del Instituto de Vivienda Urbana (IVU) y la Dirección de Urbanismo y Arquitectura, construyó el conjunto de apartamentos más grande de todos los tiempos: la colonia Zacamil, para una 75,000 personas de modestos recursos.
REUNIÓN CON KENNEDY EN COSTA RICA
Fue el presidente Rivera quien representó a El Salvador en una cumbre de presidentes centroamericanos con John F. Kennedy en San José, Costa Rica entre el 18 y 21 de marzo de 1963. Según los documentos de la biblioteca Kennedy, el mandatario estadounidense fue recibido por el presidente Francisco José Orlich Bolmarcich de Costa Rica.

También asistieron Julio Adalberto Rivera Carballo, Presidente de El Salvador, Miguel Ydigoras Fuentes, Presidente de Guatemala, Ramón Villeda Morales, Presidente de Honduras, Luis Somoza Debayle, Presidente de Nicaragua y Roberto F. Chiari Remón, Presidente de Panamá. El evento se realizó en el Teatro Nacional de San José.
REUNIÓN CON KENNEDY EN COSTA RICA
Fue el presidente Rivera quien representó a El Salvador en una cumbre de presidentes centroamericanos con John F. Kennedy en San José, Costa Rica entre el 18 y 21 de marzo de 1963. Según los documentos de la biblioteca Kennedy, el mandatario estadounidense fue recibido por el presidente Francisco José Orlich Bolmarcich de Costa Rica.

También asistieron Julio Adalberto Rivera Carballo, Presidente de El Salvador, Miguel Ydigoras Fuentes, Presidente de Guatemala, Ramón Villeda Morales, Presidente de Honduras, Luis Somoza Debayle, Presidente de Nicaragua y Roberto F. Chiari Remón, Presidente de Panamá. El evento se realizó en el Teatro Nacional de San José.

Con motivo de esa reunión cumbre, los presidentes centroamericanos firmaron con su homólogo estadounidense la “Declaración de San José”, que estaba enfocada al desarrollo económico de la región. Por otra parte, los mandatarios del Istmo firmaron la que llamaron “Declaración de Centro América”, destinada a contener el comunismo en la región.
VISITA DEL PRESIDENTE DE MEXICO
Uno de los hechos más memorables durante el mandato del coronel Rivera fue el apoteósico recibimiento que el pueblo salvadoreño ofreció el miércoles 12 de enero de 1966 al presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz; dándole una multitudinaria bienvenida en el aeropuerto de Ilopango y a lo largo de su recorrido en una caravana automovilística hasta la ciudad de San Salvador. El presidente Julio Adalberto Rivera estuvo para recibirlo al pie del avión en que llegó. El alcalde de San Salvador, José Napoleón Duarte, le hizo entrega de las llaves de la ciudad.

ÚLTIMOS DIAS
El expresidente Rivera, en ese momento Embajador en Washington y representante de El Salvador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), se encontraba en su país desde principios de la última semana de julio de 1973, acompañando a sus hijas, Ana y Gladis Elena. Se hospedaba en la Colonia San Benito en la casa de su concuño Alfonso Carbonell, esposo de doña Esmeralda, hermana de la señora Berta Castañeda de Rivera.
El expresidente Rivera, en ese momento Embajador en Washington y representante de El Salvador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), se encontraba en su país desde principios de la última semana de julio de 1973, acompañando a sus hijas, Ana y Gladis Elena. Se hospedaba en la Colonia San Benito en la casa de su concuño Alfonso Carbonell, esposo de doña Esmeralda, hermana de la señora Berta Castañeda de Rivera.
De acuerdo a la edición de El Diario de Hoy del 30 de julio de 1973, el coronel Rivera les había relatado a sus familiares, lo fatigoso de las sesiones de la OEA, para la reestructuración de ese organismo, en las que participó durante un mes en el Perú y otros países de Suramérica.
La noche del martes 24 de julio, se reunió con el presidente Arturo Armando Molina, para cambiar impresiones acerca de las resoluciones tomadas en la reunión de la OEA en Lima. Estaba citado otra vez para sostener una reunión con Molina el martes 31 de julio acerca de la situación de los salvadoreños residentes en Estados Unidos.
El viernes 27 de julio de 1973 concedió una entrevista a El Diario de Hoy en la Cancillería para desmentir las versiones que circulaban acerca de que los salvadoreños residentes legales en Estados Unidos, tendrían problemas al aprobarse una ley en aquel país.
En esa entrevista dijo textualmente: “Los salvadoreños que legalmente se encuentran en Estados Unidos, en calidad de residentes, no tienen por qué temer”. Agregó que el senador Hiran L. Fong, representante de Hawai, el lunes 23 enmiendas a la Ley de Migración y Naturalización de Estados Unidos, pero en ninguna forma afectan, a los salvadoreños residentes.
Refiere El Diario de Hoy en la nota del deceso que el sábado por la mañana (28 de julio), que se disponía a partir a la finca (en San José Guayabal), acompañado de sus hijas, el coronel Rivera manifestó complacido que estaba muy contento de ir a descansar y que se sentía muy bien.
DECESO Y SEPELIO
Cuando pasaba el fin de semana en su finca ubicada en San José Guayabal, a 25 kilómetros de San Salvador, falleció a la edad de 51 años de un infarto cardíaco, entre las diez y once de la mañana del domingo 29 de julio de 1973.
DECESO Y SEPELIO
Cuando pasaba el fin de semana en su finca ubicada en San José Guayabal, a 25 kilómetros de San Salvador, falleció a la edad de 51 años de un infarto cardíaco, entre las diez y once de la mañana del domingo 29 de julio de 1973.

Los restos del extinto exgobernante fueron velados en “La Auxiliadora”, de allí los trasladaron a la Escuela de Comando y Estado Mayor. Hubo una misa de cuerpo presente en la Basílica de Guadalupe y honras fúnebres en Casa Presidencial. Fue sepultado en el Cementerio General de San Salvador la mañana del martes 31 de julio de 1973.